domingo, 26 de mayo de 2013

Asaltantes al Hospital Civil Saturnino Lora (+ biografía mártires)


Los primeros combatientes asesinados, sin duda, fueron los del Hospital Civil Saturnino Lora, detenidos con Abel Santamaría. El Saturnino Lora había sido ocupado en acción sincronizada con la toma de la posta tres, e igualmente de la Audiencia. Mientras el propio jefe de la acción, Fidel Castro, tomaba la posta con un contingente de sus compañeros, Abel Santamaría, segundo jefe, ocupaba el Hospital Civil -frente al Moncada- que constituía la retaguardia. La toma del hospital evitaba que esa posición estratégica la ocuparan elementos del regimiento y desde allí atacaran a los  combatientes que asaltaron la fortaleza.
Eran veintiún combatientes, el doctor Mario Muñoz Monroy, y las dos mujeres, Melba Hernández y Haydée Santamaría. De ese grupo de detenidos sólo salvaron la vida las dos mujeres y el joven Ramón Pez Ferro.
A pesar de vestirse como médicos y pacientes, los revolucionarios fueron delatados por uno de los allí presente durante las acciones y fueron vilmente torturados y asesinados.


Nació el 20 de octubre de 1927 en el Central Constancia, municipio de Encrucijada, Las Villas. Abel, junto a su hermana Haydée, a su hermano Aldo, a Aida y Ada, pasaron su niñez y adolescencia en un ambiente rural e industrial a la vez, ya que su medio era la agroindustria azucarera. Con grandes deseos de superación, después de vencer la enseñanza primaria y secundaria, decidió viajar a La Habana, donde trabajaba un primo suyo. Haydée, la más apegada a él de sus hermanas y con intereses similares, al que se debe agregar la vocación política, también viajó a La Habana y finalmente alquilaron un apartamento en el barrio del Vedado. Abel y Haydée se identificaron como la mayoría de la juventud cubana con el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo).
Abel estaba en contra el golpe de estado de 1952, al igual que su hermana Haydée. Un día, en que se conmemoraba la muerte de un obrero asesinado por la policía en el anterior gobierno, coincidieron en el Cementerio de Colón Abel Santamaría y Fidel Castro. Fueron presentados por una amiga común y nació de inmediato una amistad que se enriquecía por la coincidencia de criterio sobre cómo sacar a Batista del poder y llevar a delante, con mayor profundidad las premisas del Partido Ortodoxo y realizar una revolución nacional liberadora. Por las características personales de Abel, un joven muy organizado, de seriedad probada y discreción extraordinaria llegó a ser, según lo expresa el propio Fidel en el juicio del Moncada "el alma del movimiento".  Hecho prisionero, junto a su hermana Haydée y Melba Hernández, que fueron para servir de enfermeras en caso necesario, ya que habían participado con los demás en la organización del Movimiento, fue conducido prisionero junto a los demás revolucionarios bajo su mando. Los torturadores militares querían arrancarle de los labios el nombre del Jefe del Movimiento y sus planes pero Abel guardó silencio al igual que los demás, luego de sacarle un ojo y torturarlo horriblemente, lo asesinaron.

“Pongamos en la cima del turquino la estrella solitaria” Nació el 14 de diciembre de 1928, en Santo Suárez, La Habana. Maestro, poeta, combatiente, Raúl Gómez García es uno de los más claros exponentes de la magnífica juventud que, con Fidel a la cabeza se lanzó a al asalto revolucionario el 26 de julio de 1953 con sólo 24 años, había desarrollado y madurado profundamente su pensamiento político. Las ideas y el programa martiano estaban enraizados en lo más íntimo de su personalidad. Así expresaba en uno de sus poemas, “Reclamo del Centenario”: “Maestro, bajo tu frente enorme, /en la profundidad perenne de tus sueños / se vislumbra el recuerdo de tus luchas de hombre; / y en la angustia callada de este pueblo que es tuyo / hay mil gemidos tuyos clamándote en silencio / porque es sólo tu alma quien nos puede salvar…”
El mártir de Guanajay José Francisco Costa Velázquez, nació el 17 de septiembre de 1924 en el municipio de Bahía Honda, Provincia de Pinar del Río. Sus padres fueron José Álvarez y Julia Velázquez Virela, ambos de origen campesino.
Realizó sus estudios hasta alcanzar el sexto grado. Tuvo que aprender a trabajar la tierra y conoció la dureza del trabajo bajo la acción del sol, sufrió la miseria de los campesinos y tuvo que vender bosta de res para poder vestirse y calzarse ya que con el trabajo en la finca de su  tío sólo garantizaba la comida del hogar. Fue trabajador, cariñoso, callado, rasgos que poseía desde niño y se convirtió en un hombre íntegro, amante de la libertad, su amigo íntimo fue Alfredo Corcho Cinta.
Junto a Alfredo se hizo miembro del partido Ortodoxo, liderado por Eduardo Chibás. El desarrollo de su personalidad transcurrió apaciblemente hasta el 10 de Marzo de 1952 día en que tuvo lugar el hecho que cambió el curso de la vida de miles de jóvenes cubanos, y en especial la de José Francisco Costa Velásquez.
El 24 de julio cuando al atardecer José Francisco Costa Velázquez, se vistió con ropa nueva recogió todos sus documentos y le dijo a su mamá que iba la los carnavales de oriente con unos amigos, su mamá cuenta que lo aceptó, pero se extrañó de dicha salida, ya que él no era un joven bullicioso, pero nunca sospechó de los trajines conspirativos en que estaba su hijo.
José Francisco junto a Alfredo Corcho y los compañeros artemiseños integró el grupo que atacaría la posta #3 del cuartel Moncada, en reconocimiento a que destacaban por tener una excelente puntería.
El joven guanajayense cae valientemente abatido por las balas enemigas en su esfuerzo por tomar al cuartel Moncada por ese lugar el 26 de Julio de 1953; junto a otros compañeros.

" Toño" como le llamaban cariñosamente familiares y amigos, nació el día 22 de agosto de 1926 en la finca Vidal, barrio de San José. Cuando tenía alrededor de 7 años perdió a su madre, entonces su padre José Labrador con él y sus dos hermanos se radicó en Pijirigua, barrio de Artemisa. Al cumplir sus ocho años, comenzó a trabajar en la finca Manajú donde realizó labores propias del campo.
José Antonio trabajó los 27 años de su vida para hacer producir la tierra que no le pertenecía, fue un humilde campesino pero siempre ejemplo de trabajador, amante de la tierra, del campo y de su patria, de la cual sintió su tragedia. Otros de los rasgos de su personalidad fue la seriedad, la formalidad y a pesar de poseer un carácter reservado en muchas oportunidades dio muestra de su rebeldía contra el régimen corrupto que había ultrajado al país con el golpe del 10 de marzo.
En los días anteriores al asalto regresaba a dormir tarde, la última vez que salió no dejó la llave de su cuarto como era de costumbre. El 26 de julio fue a la cita con la historia. Allí ofrendó la vida por su patria, hoy vive en los corazones de su pueblo, que guarda sus restos en el Mausoleo a los Mártires de Artemisa.

Ambos nacieron en el poblado de Torriente, en el actual municipio de Jagüey Grande. Wilfredoa quien todos llamaban Pepe – lo había hecho el 20 de octubre de 1927 y Horacio el 2 de enero de 1929, siendo los dos primeros hijos de los siete que tuvieron Rogelio Matheu, obrero agrícola, y Carolina Orihuela , ama de casa.
Como la mayoría de los niños campesinos de la época, desde muy pequeños tuvieron que dedicarse a las faenas agrícolas. Duro trabajó el padre para que los dos pudieran asistir regularmente a una escuela rural hasta terminar el sexto grado. Leyeron con pasión libros de José Martí y biografías del Lugarteniente General Antonio Maceo, cuyos ejemplos forjaron en ellos el espíritu de rebeldía y el amor a la libertad.
En el año 1947, Horacio decidió mudarse para la ciudad de La Habana en busca de nuevos horizontes. Alrededor de dos meses después, Wilfredo lo imitó, y más tarde, mandaron a buscar al resto de la familia, instalándose todos en un apartamento pequeño en la barriada de Lawton.
Allí se identificaron rápidamente con jóvenes de su edad y realizaron distintos trabajos. Sus primeras actividades políticas estuvieron vinculadas con Eduardo R. Chibás. En compañía del padre acudían los domingos a escuchar la hora radial del líder ortodoxo en la CMQ. La muerte de Chibás en 1951, y el artero golpe de estado del 10 de marzo de 1952, radicalizaron el pensamiento revolucionario de estos jóvenes. Conocieron a Fidel Castro, máximo dirigente del Movimiento Generación del Centenario, quien visitó la casa en una ocasión. La confianza en Fidel quedó demostrada cuando un día le comentaron al padre: ”Viejo, ahora sí que estamos bien encaminados, si alguien puede tumbar a Batista ese es Fidel”.
El 24 de julio de 1953 se despidieron de sus padres: “Viejos, tenemos una reunión con Fidel y después nos vamos a Torriente a ver la familia”. El domingo 26, ambos combatieron en el Hospital Civil Saturnino Lora.
Por espacio de largos meses, la familia Matheu Orihuela no tuvo noticias sobre el destino de Wilfredo y Horacio. Al ser puestas en libertad Melba Hernández y Haydée Santamaría, fue que conocieron del trágico final de estos valerosos jóvenes.


Nació El 21 de febrero de 1921, en Sagua la Grande. De niño marchó a la urbe capitalina, en unión de sus padres y su vida laboral la desarrolló en la librería y casa de filatelia "Venecia".
Allí se iniciaron sus inquietudes políticas, que canalizó acercándose de lleno al grupo seguidor de Eduardo R. Chibás.
Por sus actividades con los estudiantes comienzan a perseguirlo. Laboraba activamente en el movimiento revolucionario, junto a Elpidio Sosa, Juan Manuel Ameijeiras, Ñico López y a otros hermanos de ideales.
El aporte de los villaclareños a la heroica acción del 26 de julio fue muestra del sentimiento generalizado de los jóvenes cubanos de esa época, quienes formaron el destacamento de vanguardia que no dejó morir al Apóstol en el año de su centenario.

Nació el 17 de mayo de 1931, en LA Habana. Inició su vida política y el desarrollo de sus primeras inquietudes en las filas de la Juventud Ortodoxa. Desde el mismo 10 de marzo de 1952 mostró su enfrentamiento al tirano, participando en las primeras acciones de calle, estudiantiles y obreras, contra el régimen golpista que usurpara el poder. Fue ejemplo de discreción en los preparativos para la histórica acción del último domingo de carnaval del mes de julio de 1953 en Santiago de Cuba.

Su puesto fue en el antiguo Hospital Civil Saturnino Lora, bajo las ordenes de Abel Santamaría Cuadrado apoyando las acciones que se realizaron en el Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. El 26 de julio de este mismo año es ultrajado y vilmente asesinado en las celdas del Moncada. Pablo solo contaba con 21 años de edad.
Humilde obrero constructor , fue uno de los jóvenes de la Generación del Centenario que tomó parte en la ocupación del Hospital “Saturnino Lora” dirigida por el inolvidable Abel Santamaría, donde fue apresado por los esbirros de la tiranía que lo asesinaron posteriormente.
Al igual que muchos de sus compañeros artemiseños, pertenecía a la Juventud Ortodoxa y en algunas ocasiones participó en manifestaciones públicas de la ortodoxia contra los corrompidos gobiernos de turno. Cuando en la Granjita Siboney se repartieron los grupos que atacarían al Moncada, fue asignado al que tomaría el hospital Saturnino Lora, bajo el mando de Abel Santamaría. Allí combatió con valor, hasta que se le terminó el parque.
Murió en los sucesos desarrollados durante el asalto al cuartel Moncada a los 25 años de edad, el 26 de julio de 1953.

Nació el 13 de junio de 1931, fue un activo militante de la Juventud Ortodoxa. “Esto tiene que cambiar, estoy seguro que cambiará, no es posible tanta injusticia; vendrán días buenos, muy buenos para todos, pero tenemos que luchar para que lleguen esos días. Así había dicho el joven artemiseño, asaltante y mártir del Moncada el 26 de julio de 1953. El 26 de julio de 1953 cayó gloriosamente combatiendo en el asalto del Cuartel Moncada. En 1959 su madre se encargó de traer el cadáver de su hijo a su pueblo natal, donde se le rindió un merecido homenaje y honores militares los días 17 y 18 de octubre de 1959, acompañándolo hasta el cementerio local. Hoy sus restos se encuentran en el Mausoleo a los Mártires de Artemisa.

San José de los Ramos es un pequeño pueblo situado a pocos kilómetros de Colón, en la provincia de Matanzas. Allá en la finca Santa Leonila nació Gerardo Antonio.
Se vio obligado a dejar los estudios al terminar el sexto grado, una situación económica difícil, al morir su padre, y la poca o ninguna facilidad que existía en la época del capitalismo para la superación, enfrentaron a Gerardo con las tareas de las labores agrícolas en la cosecha de tabaco.
Acostumbraba decir: “Lo único que yo desearía es no haber nacido ahora sino 20 años después; en Cuba va a ocurrir un cambio” Melba Hernández, combatiente también del Moncada, recuerda como la única preocupación de “el chino”, como le llamaban cariñosamente, era su hijita a quien había dejado afiebrada. “Dile a mi pequeña-dijo-que esto que hoy hemos hecho ha sido por ella y por toda la juventud”.

Nació el 1 de septiembre de 1928, en un humilde hogar obrero, en Guayo, Las Villas. Enfrentado desde pequeño al duro oficio de subsistir en un medio hostil y opresivo, autodidacta que buscaba en Martí la respuesta a los inaplazables problemas del país.
Ya como miembro efectivo del movimiento revolucionario dirigido por Fidel, se convenció totalmente de que la única salida que tenía el país era el de la lucha armada contra Batista y sus secuaces. A su casa iban a verlos sus compañeros más allegados y juntos salían a diversas misiones políticas y a entrenarse militarmente con vistas ala asalto, que ya se gestaba cuidadosamente.
Con su cobarde asesinato, aquella mañana del 26 de julio, Remberto pasaría a nutrir las filas de los que han escrito con su sangre generosa la historia misma de nuestra revolución emancipadora.

Nació en Colón, el 26 de julio de 1912, y habría de caer en la gesta gloriosa del Moncada, asesinado por los esbirros de Batista, el 26 de julio de 1953. Hombre poseído por el ansia de justicia. Recto y vertical. Incorruptible. Bastó un encuentro con Fidel, poco tiempo después del golpete estado del 10 de marzo, para que se entregara de corazón a los preparativos revolucionarios. 
El tercer carro que partió de Siboney fue el de Mario Muñoz, que vendría a completar el grupo que encabezado por Abel tomaría el hospital civil “Saturnino Lora”, en apoyo a la toma de la posta # 3 del Cuartel Moncada.
En el automóvil de Muñoz se llevaban los discos con los himnos y marchas, así como los documentos que se debían usar después en la toma de la estación de radio.
Mientras duró el combate, el Dr. Mario Muñoz permaneció en el hospital atendiendo a los heridos con la ayuda de las dos muchachas , recorrió todas las salas del hospital y las áreas de combate, sobretodo en las zonas que combatió Abel.
Cuando ya se veían perdidos Muñoz se quitó el bolsillo donde tenía impreso su nombre y el Dr. Chamat le aconsejó que no debía haberlo hecho pues esa identificación podría salvarle la vida, las enfermeras le pusieron un esparadrapo con el nombre del doctor Muñoz, pero este le fue arrancado por uno de los soldados al detenerlo.
Fue conducido por los esbirros junto a Haydée Santamaría y Melba Hernández, en calidad de detenidos. En el trayecto hacia el Cuartel Moncada antes de llegar a la posta 4, Mario Muñoz fue brutalmente maltratado, golpeado y asesinado por la espalda, cayendo por la acera de una calle interior del Moncada en presencia de las dos mujeres, tendido en un charco de sangre.

“Conocí al hombre que le dará la libertad a Cuba…” Nació el 27 de noviembre de 1918, hijo de familia humilde, y quien en busca de mejores condiciones marchó hacia la capital, donde ejerció como barbero y parqueador frente al Parque Central.
Cuando marchó al Moncada, era un humilde parqueador de autos, atenazado y envejecido prematuramente por las privaciones y el hambre. “Los cubanos- dijo al periódico comunista. “Hoy” poco antes del asalto- sólo hemos recibido del gobierno que empezó el 10 de marzo y de todos los anteriores hambre y miseria cada vez mayores…”
Y concluía: “Aquí donde me ve, tengo 33 años. Parece que tengo 60, ¿no?...”.Al fallar la acción del Moncada, por factores imprevistos, y después de haber luchado con gran valor Osvaldo Socarras es hecho prisionero, torturado y asesinado. Su cadáver fue lanzado detrás de la fortaleza militar.

Nació el 7 de mayo de 1926, en San Miguel del Padrón. Enfermo, participó de todos modos en la acción y dio su vida heroicamente. Un ataque de hemoptisis, poco después de su llegada a Santiago de Cuba, motivó que se le ordenara someterse a tratamiento médico y regresar a La Habana, sin poder participar en la acción. En el hospital “Saturnino Lora”, no obstante, se encontró con los asaltantes, transformándose de inmediato de enfermo en combatiente. Julio Trigo se batió con heroísmo extraordinario contra las fuerzas de la tiranía.Al quedar cercados por los soldados del ejército y sin parque suficiente para continuar el combate, fueron apresados y trasladados por la posta 4 hacia el Moncada donde minutos más tarde fue torturado hasta la muerte. Contaba con 28 años de edad. Fue asesinado cobardemente después del combate.

Nació el 24 de octubre de 1932, en Puerto Padre, Oriente. La temprana inquietud por los problemas políticos y sociales llevó al joven revolucionario a las filas de la Juventud Ortodoxa.
Después del golpe del 10 de marzo de 1952 cerró filas junto a los estudiantes de la FEU   participó con ellos en actos de protesta contra la tiranía Batistiana. Solo 21 años contaba este heroico joven cuando después de ser hecho prisionero fue asesinado en la acción  Revolucionaria del cuartel Moncada. 

En el libro “La generación del centenario en el juicio del Moncada” , aparece un capítulo titulado “Pruebas de horror” donde se reproducen textualmente los certificados de defunción de treinta y cuatro civiles muertos en el ataque a la fortaleza militar santiaguera, expedidos el 27 de julio de 1953en el Cementerio de Santa Ifigenia por un equipo de médicos forenses.

De acuerdo con el documento del SIM, el cadáver señalado con el número 25 correspondía al de Juan Manuel y por consiguiente el Certificado de Defunción designado con ese dígito debía coincidir con el mismo.

 “Un hombre que triunfa sin obstáculos nunca sabrá guardar el objeto de ese triunfo”
Nació el 17 de mayo de 1930, en Jagüey Grande. Trabajaba como cajero en la sucursal
bancaria de Colón. El joven matancero fue destinado a la acción del Hospital Saturnino Lora, dirigida por Abel Santamaría. Junto a el viajaron en el mismo auto Haydée, Melba, Gómez García, y el doctor Mario Muñoz. Fue herido levemente durante el combate. Allí fué hecho prisionero en unión de veintiún compañeros y de las compañeras Haydée Santamaría y la Dra. Melba Hernández, siendo asesinado después de prisionero con el resto de sus compañeros, donde se encontraban: el Dr. Mario Muñoz, Abel Santamaría, los hermanos Matheu Orihuela, Boris Luis Santa Coloma y otros, por los esbirros de la tiranía batistiana al mando del coronel Alberto del Río ChavianoLuego, delatado cobardemente, fue identificado por los esbirros y asesinado por la espalda.Sus restos descansan en un Panteón del Cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, junto a los restos de sus compañeros de lucha.

Nacido el 21 de febrero de 1927, en la ciudad de Matanzas. Estuvo entre los primeros que se identificaron con el plan revolucionario de Fidel. Trabajaba como cantinero en un bar. En ocasiones Félix desaparecía tres o cuatro días, producto de las misiones asignadas que el cumplía responsablemente.
“Cuando el salió- dijo la madre-, presentí que no lo iba a ver más; pero al mismo tiempo sentí una gran resignación; mi hijo era un hombre que iba a cumplir con sus ideales…” Se incorporó al glorioso grupo que asaltó al Cuartel Moncada el 26 de Julio de 1953, donde combatió en el fondo del Hospital Civil hasta ser hecho prisionero y luego asesinado.Felix Rivero Vasallo dio su vida heroicamente en el asalto al cuartel Moncada. Días más tarde, sus familiares identificarían el cadáver en una foto publicada por la prensa.

RAMÓN RICARDO MÉNDEZ CABEZÓN
Nació el 9 de junio de 1929 en la clínica de las Hijas de Galicia. Hijo de emigrantes venidos de España, pobre de nacimiento. 
El viernes 24 de julio por la tarde, se vistió con un flus blanco, nuevo de estreno, como si fuera para una fiesta y le dijo a la madre “mami nos vemos el domingo por la noche”. El lunes 27 se entera Dominica de la tragedia por una vecina, esta le pregunta donde estaba su hijo y ella le responde que no sabía, la vecina le contesta que se encontraba en lo del Moncada. Con la gravedad de la noticia, trató de comprender que estaba herido y que se encontraba en algún hospital de la ciudad. Pero Ramón estaba muerto. Hasta 1961, ocho años después, trataron de encontrarlos restos de su hijo. Fueron a Santiago, al cementerio del Caney, localizando al sepulturero que lo había enterrado, junto a Marcos Martí y Boris Luis Santa Coloma.

JUAN DOMÍNGUEZ DÍAZ

Nace en el Central Merceditas, Bahía Honda, el8 de marzo de 1931 en medio de la dura situación económica y la opresión del gobierno de Gerardo Machado. De hogar proletario, solo pudo asistir a la escuela hasta el cuarto grado. 
Sus familiares no conocieron qué destino llevaba Juan al salir de su hogar, 48 horas antes de la acción afirmando que se dirigía a una fiesta en el interior de la isla. De este combatiente nada se supo hasta que apareció en la larga e impresionante relación de asaltantes muertos. De su grupo o cédula también cayeron Reemberto Abad Alemán, los hermanos Mathius Orihuela y otros heroicos combatientes. Se asegura que Juan fue asesinado, como la mayoría de los participantes en la heroica acción, después de ser detenido.


 REYNALDO BORIS LUIS SANTA COLOMA (el mártir 21 del hospital)
Aunque no estuvo entre los revolucionarios cuyo objetivo era tomar el Hospital, Boris volvió al percatarse de que esos compañeros no habían vuelto. Allí estaba su novia Haydée Santamaría. Al volver al hospital es detenido y vilmente asesinado, por eso es el mártir 21 de ese lugar.
Nace el 9 de diciembre de 1928 en el municipio habanero de San Nicolás de Bari. Luego de cursar estudios en la enseñanza media superior en el Instituto número 1 de La Habana, decidió trabajar y matricular la carrera de ciencias comerciales. 
El 26 de julio de 1953, en el asalto al Cuartel Moncada, el dirigente sindicalista pudo haber salido con vida de la acción. Perdido el factor sorpresa y ante el desigual combate librado entre los revolucionarios y los soldados en la segunda fortaleza militar de Cuba, Fidel ordenó la retirada para evitar la inmolación de los asaltantes.
Se dispuso a cumplir la orden, pero al ir en busca de los compañeros que aún quedaban dentro del cuartel Moncada fue capturado por los guardias. A Boris Luis lo asesinaron cobardemente cuando los esbirros de Batista comprendieron que pese a las terribles torturas el joven jamás delataría a sus compañeros.
Aseguran sus compañeros que se batió bien duro en los muros del Cuartel Moncada y cuando Fidel dió la orden de retirada, se replegó sin dificultades. Se dirigió al hospital “Saturnino Lora” en busca de Haydée , Melba y para conocer qué había sucedido allí. Lo detuvieron; luego se supo que él y Abel Santamaría fueron alevosamente torturados y asesinados.
Boris Luis Santa Coloma enaltece con su nombre a una generación de cubanos que honraron aJosé Martí el 26 de Julio de 1953, cuando "parecía que el apóstol iba a morir en el año de su centenario". El valiente joven fue uno de los revolucionarios que integraron la generación del centenario como es denominada por el pueblo cubano desde hace 60 años.










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