jueves, 16 de abril de 2015

La muerte ya no es solo una palabra

 Cuando era niña mamá y papá nunca se enfermaban. No recuerdo ni siquiera alguna vez que tuvieran catarro, o les doliera la cabeza. Para mí eran inmunes a las enfermedades. Siempre estuvieron fuertes: para cuidarme en los días de fiebre alta o llevarme al policlínico durante mis crisis con asma. Incluso mamá solía montarme en bicicleta hasta la plaza en plena madrugada, bien abrigada para que no me diera el sereno, pero cogiera aire y respirara mejor.
  Pero aquellos días acabaron, aunque mi asma aparece de vez en cuando, con los cambios de tiempo, y ahora me preocupa a mí la salud de mis padres, mi hermana mayor.
Cuando éramos niños /los viejos tenían como treinta/ un charco era un océano/ la muerte lisa y llana/ no existía.

jueves, 2 de abril de 2015

La tozudez de una joven de estos tiempos (+ Galería de fotos)


  Foto: Yaciel Peña de la Peña
  Yo no podré nunca renunciar a mis principios, aunque a veces me parezca que las cosas pueden hacerse diferente y aun cuando no siempre levante la mano como señal de aprobación. Nada podrá arrancarme mis raíces, si bien prefiera pocas veces andar “audifonada” por la calle, sin ganas de ver, oír o decir.
  No importa si alguien me juzga más de una vez por expresar mis pensamientos y hacer cuanto digo, en definitiva tal conducta debiera ser normal.