jueves, 1 de diciembre de 2011

Amor y amistad: ¿contagiados también de SIDA?



“Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas”, leí hace algunos años en la pared de un cuarto. Pero no comprendí esa cita de Anatole France, sino un tiempo después cuando supe de un viejo amigo de la secundaria que había adquirido el SIDA. ¡Aún no cumplía los 20 años!
Recuerdo que al principio ni siquiera lo creí, pero la seriedad con que me dieron la noticia no dejó margen a las dudas.
En ese instante, pasaron por mi mente todos los momentos que pasamos juntos cuando éramos apenas, alumnos de la secundaria.
¡Qué ironía! Cual discurso vacío, hablaba de los daños del VIH durante debates escolares, pero no imaginé nunca que alguien tan cercano a mí pudiera padecer la enfermedad.

Y cuando al fin tuve valor para ir a verlo, creí que el saludo normal podía contagiarme. Por más que había repetido que el SIDA no se pega por besos o abrazos, tenía miedo que me infectara.
¡Cuántas tonterías!, pienso ahora cuando repaso esos días. Por suerte, la ignorancia no duró tanto.
Ahora, de camino a casa, siempre lo visito. Nos contamos chistes, recordamos los viejos tiempos o simplemente pregunto por su salud.  
A veces incluso, olvido que está enfermo.

Ahora, de camino a casa, siempre lo visito. Nos contamos chistes, recordamos los viejos tiempos o simplemente pregunto por su salud.  
A veces incluso, olvido que está enfermo.
De vez en cuando, el ajetreo diario nos separa de la gente que amamos, cuando más nos necesitan. Por eso, pretendo hoy recuperar todo el tiempo que perdimos cuando adquirió el SIDA y sus amigos no estuvimos a su lado.
Entonces, en este primero de diciembre, es preciso enarbolar la amistad como cura para la tristeza o la soledad de una persona seropositiva.
El apoyo de todos para ayudarles a enfrentar la vida de una forma de diferente, es un importante paso en la lucha contra una enfermedad que consume vidas, pero no esperanzas.
 El lazo rojo sobre el pecho, como símbolo de solidaridad, no debe ser sólo un broche durante el primer día del último mes del año.
La lucha contra el SIDA es mucho más que eso. Es también una lucha por el amor y la amistad.

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