¿Acaso COPEXTEL tiene piezas de
repuesto?, ¿vende ETECSA
celulares de calidad o piezas para teléfonos inalámbricos?, ¿satisfacen las
tiendas las necesidades y gustos de los cubanos? ¿Quién responde estas
preguntas? La respuesta: Prohibe la Aduana…..
Otra vez nos
pasamos los cubanos, como una vez advirtiera Máximo Gómezc,
que cuando no llegamos, pues nos vamos al extremo entonces. No encontramos el punto
medio y continuamos experimentando y aplicando medidas a veces hasta creo que
por ilógicas, a lo loco.
Hace unos días se dieron a conocer las nuevas regulaciones aduanales, esas que como alguien de esa propia institución me dijo, están para llorar.
Vítores hace
pocos años a una apertura que daba señales de esa Cuba que lejos de prohibir,
regula, de esa Cuba que queremos ver todos y que ahora, en contradictoria
decisión, vuelve a decepcionarme.
Tal vez yo
escriba ahora un poco de lo mismo, pero esta es mi tribuna para denunciar,
criticar, opinar…… hacer catarsis. Estoy en mi derecho.
Las nuevas normas para la importación de productos sin carácter comercial que entrarán en vigor a partir del primero de septiembre, son como ya dije antes una contradicción a la apertura que había hecho el país en 2011. Y dicen ellos que es “para promover la compra en el país”.
Las nuevas normas para la importación de productos sin carácter comercial que entrarán en vigor a partir del primero de septiembre, son como ya dije antes una contradicción a la apertura que había hecho el país en 2011. Y dicen ellos que es “para promover la compra en el país”.
Me parece
lógico que Cuba se preocupe por la fuga de su capital hacia los negocios
privados o en el caso de los “que viajan a comprar” hacia otros países de la
región, pero más que castigar a todos los pasajeros, el país debería ocuparse
más en una gestión de compra eficiente que les permita ganar más clientes en
las instalaciones estatales. Me explico.
De sobra
sabemos los cubanos, e incluyo a aquellos que “actualizan” leyes basados en
estudios y no toman en cuenta la opinión del pueblo, que las tiendas
recaudadoras de divisas además de los precios exageradamente altos (sabido y
resabido que están por encima de un 200 por ciento) no tienen todos los
productos que pueda necesitar la gente, o al menos no con la estabilidad,
calidad o estética que el cubano prefiere.
¿Acaso
alguien puede asegurar que se mantendrán los surtidos de productos de aseo en
las tiendas?, y no me refiero solo a cuando desaparece el desodorante o la pasta
de dientes, existen champús, cremas, cuyas “marcas” se pierden luego y entonces
hay que empezar otra vez a experimentar.
En el caso
de la ropa, telas de muy mala calidad, no acordes a las condiciones naturales
del trópico, y por último y no menos importante, no acorde a los gustos
actuales, se expenden o mejor dicho, se echa a perder en los roperos.
Razones
varias que van desde una mala gestión de compra hasta una mala gestión de
venta, pondré un ejemplo, en la TRD Casa Mimbre, la más grande Cienfuegos, hasta hace unos días (que fue la
última vez que estuve allí, de seguro el panorama es el mismo) los maniquíes
vestían ropa de invierno, cuando desde hace mucho tiempo, para no decir todo el
año, comenzó el verano en la Isla. Las razones todos las sabemos, las
dependientas aunque vendan un alfiler, van a cobrar lo mismo. Por lo tanto si
ni a sus propios trabajadores les interesa vender, cómo puede una ley arremeter
contra aquellos que buscan sí, su bienestar económico y hacerlo de una manera
tan extremista.
¿Acaso ya no se estableció que es ilegal vender ropa
importada, como para que los cuentapropistas no hagan competencia al estado?,
pero aun así la gente sigue vendiendo y eso no hay quien lo controle, entonces
es mejor cortar parejo a todas las personas naturales que entren al país.
Entonces la
gente prefiere comprar por la calle por varias razones: facilidades de pago en
dos y hasta tres cobros, ropa que aunque como en las tiendas es del tipo “todos
tenemos” está más acorde a los gustos y patrones actuales.
Asimismo
sucede con celulares, equipos de reproducción, computadoras cuyos similares y
vendidos por el estado, al mismo o mayor precio que “los ilegales”, sufren de
una obsolescencia que da pena.
¿Por qué se
arriesga entonces el cubano a comprar algo que no tiene garantía? Y mire que
son pocos los que no la dan. Si tanto queremos que prosperen los negocios
privados, ¿cómo van a hacer sus propietarios para adquirir lencería, útiles de
cocina? Aunque también vale reconocer el empeño del estado de colocar en las
tiendas todo tipo de equipos para estos menesteres. Pero, no todos los
cuentapropistas comienzan con un alto capital para invertir.
El sector
privado ha destapado las sombras de negocios estatales que representan una
pérdida de recursos, como cafeterías y restaurantes que casi van a la quiebra,
pero todavía no tiene un mercado mayorista que los respalda, por lo tanto todo
el mundo se salva como puede. ¿Acaso otros negociantes no viajan al mundo
buscando la mercancía donde sea más barata?
Me parece más
prudente que la gente declare sus intenciones al salir y entrar al país, y en
consecuencia con ellos pague los impuestos correspondientes. Así cada cual
viajaría cuando le apeteciera, y la cacería de brujas disminuiría.
Y sí, siempre van a haber algunos que intenten
burlar las normas, entonces la Aduana tiene la capacidad para distinguir entre
quienes se dedican a este tipo de comercio, y quienes no.
Otra vez atacamos la consecuencia y no la causa.
Descargues las regulaciones aquí.
Creo muy acertada tu reflexióin colega, en ocasiones alzo mi vista al cielo a ver si logro ver el lente con que nos observan quienes experimentan con los cubanos, son tantas y tan seguidas las leyes descabelladas que nacen como del sombrero de un mago, por que para eso si que somos excelentes, emitiendos leyes y decretos en contra de nuestro pueblo, aún estoy por que me aclaren las regulaciones por la tenencia del dolar, aquel dichoso impuesto del 8 por ciento que finalmente fue del 10, si en realidad perjudicaba a los yanquis, no, no es así fue a los propios cubanos los que jodió la ley, y como esas miles. Y que decir de los productos de nuestras TRD, quisiera ver bajo que preceptos compran quines andan por el mundo, pues muchos de los productos que allí se expenden carecen de todo valor, exceptos, eso si, del de compra que como bien señalabas, y creo en esto fuistes muy conservadora, superan hasta en 500 por ciento y más su valor adquisitivo. ¿Hasta cuando?
ResponderEliminarAlexis, querido colega y coterráneo, como tu me parecen descabelladas muchas cosas, y no quise arremeter con toda la pasión, porque puede algunas veces cegarnos, pero no hay justificación con esto. Esperemos que alguien escuche el ruido de las piedras del río y cambie la corriente.
EliminarNo nos engañemos, estas medidas están dedicadas al miedo de que el cubano pueda navegar con celulares y computadoras por la Internet gratuita que empresas como Google y Facebook piensan implementar en algunos lugares del mundo que son huecos negros para la navegación en la web, y como todos sabemos, uno de esos huecos negros es Cuba, quien mantiene un ferreo bloqueo a la conectividad de los ciudadanos. Simplemente están limitando la entrada de esos equipos para limitar la capacidad de los ciudadanos de navegar.
ResponderEliminarAdemás, lo que quieren es que los cubanos se queden en otros países, es un cuento eso de que no quieren que salgan, quieren que salgan y que se queden, que envíen dinero y no consuman en la bodega. Esa oscuridad en la comunicación con el mundo es una ganancia para el control político del ciudadano medio, a quién bombardean con una infantil propaganda "revolucionaria" que es grandemente retrógrada.
Fidel podía hacer muchas cosas porque tenía liderazgo, Raúl tiene las AKM, y por eso también puede hacer algunas cosas, pero ya hay muchos intelectuales en la Isla, que están declarándose en contra de muchas cosas absurdas del sistema, y cada vez hay menos miedo.
Anónimo, qué lástima que no me dejes el nombre completo. Pues coincido contigo en que los cubanos necesitan más acceso al Internet, a pesar de que está claro que es necesario una inversión grande en recursos. Creo ciertamente que no le haría daño a los cubanos tener más acceso a la red de redes, aunque no comparto contigo algunos puntos de vista, pero publico tu mensaje porque me gusta el diálogo, porque no le tengo miendo a los puntos de vista diferente. A pesar de las discrepancias gracias por el mensaje.
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