viernes, 18 de enero de 2019

Dios también dio homerun*



Foto Rey López

Yoalkis Cruz salvó el juego que le dio el campeonato a Las Tunas. Tras el último out su primer gesto fue arrodillarse, abrir los brazos, mirar al cielo y agradecer a Dios. Él es un hombre de fe cristiana y siente que en cada victoria está la mano de Jesús.
Aunque no sean devotos, muchos peloteros también lo creen. Agradecer a Dios es siempre la primera oración de una entrevista. Ya sea por convicción o “por si acaso”, también se persignan al llegar a la caja de bateo, apuntan hacia arriba al conectar un jit o abren los brazos cuando sacan un out decisivo.
Desde las gradas, cada cual vive sus creencias igualmente. Lo mismo el hombre vestido de “mascota” reparte sueltos de papel sobre “cómo conocer a Dios”, que un santero despoja al estadio antes de cruzar la puerta. 

Yo soy una campeona




A la altura de estos años me han gritado perica por el contraste de los colores, ese rojo y verde que a mis ojos resaltaba tanto en el terreno. A la altura de estos años he aguantado que me griten palestina, oriental, como si en algún momento me avergonzara de mi procedencia. A la altura de estos años no pude mejorar mi nerviosismo, a pesar de que aumentara mi confianza.

sábado, 12 de enero de 2019

Mi mamá está en el estadio



De las últimas veces que mamá salió de casa, cuenta una visita al Estadio.  A ella le encantaba la pelota. Con ella fui la mayor cantidad de veces a animar al equipo local: Las Tunas. Mi mamá siempre fue muy apasionada, como yo.
Entendía bien de deportes, porque le gustaba y porque por papá, que era softbolista bueno, siempre en casa hubo ese ambiente. Qué suerte la de una pareja que puede compartir la pasión por el deporte, a pesar de todos los prejuicios alrededor de la mujer.