Foto Rey López |
Yoalkis Cruz salvó
el juego que le dio el campeonato a Las Tunas. Tras el último out su primer
gesto fue arrodillarse, abrir los brazos, mirar al cielo y agradecer a Dios. Él
es un hombre de fe cristiana y siente que en cada victoria está la mano de
Jesús.
Aunque no sean
devotos, muchos peloteros también lo creen. Agradecer a Dios es siempre la
primera oración de una entrevista. Ya sea por convicción o “por si acaso”,
también se persignan al llegar a la caja de bateo, apuntan hacia arriba al
conectar un jit o abren los brazos cuando sacan un out decisivo.
Desde las gradas,
cada cual vive sus creencias igualmente. Lo mismo el hombre vestido de “mascota”
reparte sueltos de papel sobre “cómo conocer a Dios”, que un santero despoja al
estadio antes de cruzar la puerta.
QUÉ DOBLEN LAS CAMPANAS DE LA IGLESIA
En la misa dominical de la Iglesia de San Jerónimo de Las Tunas un niño fue vestido con el uniforme del equipo de béisbol. Desde la serie nacional anterior las iniciativas en torno a la pelota han unido más a esta comunidad.
En la misa dominical de la Iglesia de San Jerónimo de Las Tunas un niño fue vestido con el uniforme del equipo de béisbol. Desde la serie nacional anterior las iniciativas en torno a la pelota han unido más a esta comunidad.
“Es emocionante”, refiere una señora de unos60 años. “La
serie nacional nos ha traído muchas alegrías y es maravilloso tenerlo presente
en las misas”.
Lo mismo piensa Mónica Miranda, a quien el nerviosismo de
los últimos juegos la dejaron sin uñas. Ella también es miembro de la comunidad
católica y ha sentido el respaldo al equipo por todos, incluso por aquellos que
no comparten su fe.
“Ha sido una fiesta para los tuneros, estén donde estén.
Esa alegría de sabernos campeones no se puede describir con palabras. Muchas
gracias a Dios”.
Mónica también reconoce cuánto apoyo hubo desde su
comunidad y el protagonismo del Padre Andrés, a quien su procedencia holguinera
no le impidió poner sus oraciones en función de la victoria de los tuneros.
Foto de perfil de Facebook del Padre Andrés |
“No soy un traidor”, afirma Ángel Andrés González Guillén, Párroco
de San Jerónimo y Vicario Episcopal de Las Tunas.“Mientras el equipo holguinero
estuvo en la batalla, también lo apoyé. De hecho soñaba una final entre Holguín
y Las Tunas. Pero debo decir que mi pasión por el béisbol, no solo ya como
fenómeno social, sino como juego de estrategia, la han despertado los Leñadores
tuneros. A ellos les debo haber descubierto lo interesante de un juego de
pelota y las múltiples analogías que tiene con la propia vida.
-¿Le
han criticado esa postura?
-Si alguien me ha criticado, sinceramente no lo sé.
Algunos se han asombrado, pero la mayoría admira y agradece el gesto. Creo que ahora
los tuneros me sienten más suyo.
-Nuestra Diócesis comprende las provincias de Holguín y
las Tunas, por lo que con frecuencia tengo que ir a encuentros en Holguín, y
los holguineros también me apoyan y quieren la victoria de sus vecinos. Ellos
también me han visto llegar al Obispado con un pulóver verde, la gorra de Las
Tunas y el carro con pegatinas alusivas a los Leñadores. Y lejos de molestar,
esto les divierte.
-
Durante el recibimiento del equipo tras la clasificación a la final, la Iglesia
vistió una gran bandera rojiverde y sonaron las campanas. ¿De quién o quienes
fue esa iniciativa?
-El año pasado, cuando le ganamos a Industriales, vine yo
mismo a la parroquia y toqué las campanas. Eso gustó mucho. La gente no se
enteró que no solo reventé las sogas, sino que el badajo de la campana casi me
revienta un pie, pero terminé tocando a golpes con el hierro en la mano, en
forma de martillo.
Foto tomada de Facebook |
-Este año lo preparamos con tiempo, las campanas estaban
listas y tenía a una persona dispuesta a tocarlas. Un grupo de fieles vinieron
para el atrio del templo a esperar desde allí la caravana. Y se me ocurrió
tomar las cortinas de colores rojo y verde que tenemos y con ellas formar una
bandera. Quiso ser un signo y un homenaje. La Iglesia es parte del pueblo, y
sufre y se alegra con su pueblo.
¿Cuál
ha sido la reacción de la feligresía?
-Los fieles de la comunidad están contentos con esta
actitud. En el transcurso de los partidos me llaman por teléfono, me pasan
mensajes, me felicitan cuando ganamos… varios me compraron y obsequiaron el
afiche del equipo, además de que he podido ir al “Mella” con un pequeño grupo
de jóvenes de la comunidad para disfrutar de los juegos.
¿Le
criticaron alguna vez vestir la gorra de Las Tunas junto al atuendo eclesial?
Foto tomada de Facebook |
-El año pasado yo no tenía la gorra tunera. Y como el día
del juego final era domingo, quise tener un gesto al final de la Misa, por lo
que pedí a una persona que saliera a la calle y pidiera prestada una gorra para
usarla unos minutos. Terminada la Misa, en la procesión de salida, me puse la
gorra y la comunidad sorprendida comenzó a aplaudir. Muchos quisieron hacerse
fotos. Casualmente ese día los ornamentos que usaba eran de color verde, propio
del tiempo ordinario en la Liturgia. Y esa es la foto que aún anda dando
vueltas por las redes.
-Ya este año tengo mi propia gorra y hemos tenido otros
signos en las celebraciones, como bendecir a un niño vestido con el uniforme
del equipo, y también orar por los peloteros, no solo por ganar los juegos,
sino por ellos y sus familias, para que no les falte la salud y la alegría, y
sientan que lo que hacen ayuda a levantar la felicidad de su pueblo.
-¿Creen
que esas iniciativas atraen a la comunidad no cristiana?
Foto tomada de Facebook |
-El Papa Francisco habló en Cuba de la “amistad social”,
tan necesaria en nuestros tiempos, cuando a veces estamos ideologizados o
parcializados en muchos ámbitos de la vida, ya sea político, religioso o de
otra índole. La “amistad social” es la búsqueda de aquello que nos une y es
bueno para todos, es el bien común del que disfrutamos todos, cada cual con
nuestras diferencias, pero viviendo en paz y con armonía.
-Con toda sinceridad, estas iniciativas no han sido una
estrategia para “atraer”, sino que han surgido espontáneamente. Pero
ciertamente todo lo que hace la Iglesia desde la fe, es en sí evangelización.
Ahora, más que atraer a los “no cristianos” a la Iglesia, estoy convencido y
feliz de que todo esto propicia que los cristianos nos acerquemos más a la
gente.
-¿Cree
que su accionar ha tenido réplica en otras parroquias, incluso fuera de la
provincia?
-No soy el único sacerdote que está pendiente de la
pelota. Otros hermanos míos también lo siguen, aunque quizá yo me lanzo un poco
más “a la grama”. Incluso el Obispo de Holguín, que es nuestro Pastor en las
dos provincias, está muy pendiente y nos intercambiamos mensajes con
frecuencia. Él es nativo de Santa Clara, y en este momento su corazón deportivo
estuvo en un gran conflicto.
Foto tomada de Facebook |
¿Es
usted un párroco 2.0, es decir, un sacerdote de los nuevos tiempos de redes
sociales y comunicación móvil?
-La definición es arriesgada. Yo tengo 40 años y me
considero un “emigrante digital”, sobre todo al ver la facilidad con la que los
niños y jóvenes se mueven en este mundo. Pero trato de no estar al margen, creo
que es un espacio formidable de intercambio y también de evangelización, solo
que hay que aprender a usarlo.
-¿Ha
tenido contactos con alguien del equipo? ¿Le han comentado la reacción de los
jugadores ante el apoyo de la comunidad católica?
-Tengo mis contactos personales y de amistad con algunos
de ellos y sé que se sienten apoyados por todo el pueblo tunero. No sé si la
mayoría de los jugadores sabe esto, pero lo más importante es que están
respaldados y cubiertos por nuestra oración, nuestro cariño y una gran
admiración.
* Parte de esta entrevista forma parte de un reportaje publicado originalmente en El Toque
Foto tomada de Facebook |
Foto Rey López |
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