miércoles, 5 de febrero de 2014

Cuba en la Serie del Caribe: La culpa es de Villa Clara


 Sí, así lo aseguran en la prensa y sin embargo, eso no dice el pueblo. Tampoco lo dicen todos los periodistas, pero sí algunos a quienes el pueblo respeta por sus años narrando juegos y como comentaristas deportivos en la radio y TV nacional.
“Decepcionante la actuación de Villa Clara”, “Debimos llevar al equipo grande”, son algunas de las exclamaciones que escuché de mis colegas por estos días, y yo que como siempre digo, no sé nada de béisbol, saco mis cuentas.

Es apabullante la mentalidad ganadora y maquiavélica que a veces, tal vez, inconscientemente, mostramos. ¡Hay que ganar por todos los medios, hay que recuperar el prestigio nacional!, y comienzan las contradicciones.
Antes decíamos que era necesario estimular a los equipos ganadores, ahora no están al nivel de estas ligas, ¿cómo quedamos entonces?
Había que darle más oportunidad a figuras jóvenes, ahora hay que apelar a la experiencia, ¿? No entiendo nada, pero hablemos con fundamentos.
No creo que a todos los torneos internacionales deba ir el equipo grande, lo demostró Ciego de Ávila en Canadá, lo demostraron hace años los equipos B que jugaban torneos menos importantes como el Harlem, etc.
La dirección de Moré, tampoco es la culpable de la derrota
Además aunque se empeñen en justificar que otros equipos escogieron docenas de refuerzos, y Cuba a penas llevó 6 (sin sumar los otros 5 que reforzaron a Villa Clara en la 52), a Isla Margarita fueron los campeones de las ligas de Puerto Rico, México, República Dominicana y Venezuela, no los equipos nacionales.
Total, sin ánimos de ser escéptica, tal vez hubiera sido peor, porque a la larga vimos quienes lucieron mejor a la ofensiva y encontramos a aquellos que con menos regularidad, o nunca, o desde hace tiempo no lucen la camisa de cuatro letras: Dánel, Flores, Lunar.
Para colmo los del grande, dígase Yulieski, José Miguel Fernández, Despaigne, ¿cómo lo hicieron?, bateaban de chiripazo y de los horrores, digo, errores, ni hablar.
Ah, del pitcheo, ni hablar, ni los del grande, ni los del pequeño respondieron, solo Odelín.
Ciertamente habían peloteros villaclareños que no tenían el nivel de la pelota, pero se habían ganado estar allí, porque fueron campeones, o acaso nunca vamos a estimular a aquellos que por estar en posiciones desventajosas con mejores hombres (dígase el caso de J.C. Pedroso con el ex “Pito Abreu”) o por problemas con la dirección (dígase Yordanis Samón) nunca van a hacer el equipo Cuba.
Entonces, sí que daremos pie al éxodo de peloteros.
Un cambio urgente necesita el país, porque esta realidad no es culpa de Villa Clara.

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