Aproveché su estancia en Viet Nam y hasta una cierta separación luego del divorcio, para
hacerme la independiente y tomar sola estas decisiones.
Sé que esa será siempre la única que él me reproche.
No por alejarme del nido, sino por las cosas que perdí, entre ellas la más
importante el tiempo con la familia.
A veces, pienso en todas las cosas que me dijo
cuando le comuniqué la decisión, aquella cara que puso de no estar de acuerdo,
pero tampoco detenerme.
Ari fue el pelotero que quería |
Por eso no creo haber dejado el nido aún después de
tanto tiempo. Todavía tengo necesidad de verlos, hablarles a cada instante. Aún
en esta distancia horrible que la propia vida y sus durezas le han creado a mi
familia, volvemos todos al mismo lugar.
Papá y mamá con sus tres hijas |
Papá siempre ha sido mi héroe, a veces lleno de
errores, a veces “inbesable” o “inabrazable”. A veces mirándolo de lejos, como
un ídolo.
Recuerdo que
fue él la primera persona que me dijo que aprendiera inglés y computación. Era
un previsor, pues sus consejos llegaron cuando apenas jugaba en la primaria con
la tortuga del sistema MSX Logo.
Y yo seguí sus consejos, aunque me enojara por nunca
enseñarme a manejar, o tratar a mis primos como los hijos varones que siempre quiso
y que su propia genética le negó.
Sin embargo no le hacía falta un hijo hombre. No
tenía nadie mejor comisión de embullo que él durante sus juegos de softbol; ni
le hizo falta un varón para explicarle de empalmes o conductividad de los
metales, o a poner un tubo de luz fría, o una cadena a la bicicleta.
Es cierto que no pude nunca ayudarle a pelar un
cerdo para asarlo en fin de año, o coger un ponche a la goma del carro, pero
fue tal vez porque no lo intentamos. Sin embargo, siempre tuvo una pareja de
baile, un “cochofer” a su lado, o alguien que le acompañara en sus primeros
pasos por la computación.
Papá solo tuvo dos hijas de sangre, y otra que le
entregó la vida para hacerla suya, y supo hacerlo con defectos y virtudes.
Rodeado por mujeres toda su vida sabía que solo hacía falta un hombre para
hacernos feliz, él mismo: papá.
Esta canción la pusieron en mi video de los 15 y es muy especial para mi porque me recuerda a mi papá.
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