lunes, 10 de diciembre de 2012

Espinosita: La utilidad de la virtud es la clave de la vida

 Alfredo Darío Espinosa Brito lleva la medicina en las venas. Espinosita, como lo conocen todos en Cienfuegos, es de esas personas singulares que trascienden en el tiempo y no precisamente por ser diferentes.
   Hombre de ciencias, música y deporte, ha dedicado su vida al bienestar de los demás. Cuando hace un año fue hospitalizado, entre sus preocupaciones estaban los propios pacientes.
   Aún con dificultades para caminar, y atada la faja en su cintura, cada semana recorre los pasillos del Hospital Provincial Gustavo Aldereguía Lima, sitio donde ha transcurrido gran parte de su vida.
Sin embargo, durante su infancia no imaginaba que sería doctor, a pesar de las influencias familiares.
   “Mi padre era médico especializado en Otorrinolaringología, y mi madre doctora en Farmacia. Eran tiempos muy duros antes del triunfo de la Revolución, y me crié en el ambiente de las clínicas privadas.
   “¡Hasta me retrataban vestido de doctor!, igual a mi hermano, aunque él nunca se dedicó a esta profesión; entonces ni me pasaba por la mente dedicarme a las ciencias médicas”.
   “Después comprendí que la medicina es como el popurrí, o el ajiaco, que tiene de muchas ciencias, y para ser buen profesional hay que saber de todo: psicología, comunicación, pedagogía, anatomía, biología"...
   Espinosita le debe su destino al triunfo de la Revolución, pues egresó de la primera graduación después del primero de enero de 1959. Fue ese hecho histórico el que marcó el rumbo de su vida.
   “Me gustaba realmente la Química, y pasé dos cursos para trabajar como azucarero porque la Universidad de La Habana la había cerrado Batista.
   “Cuando reabrieron la casa de altos estudios en la capital, otros alumnos del bachillerato me embullaron para estudiar medicina. También influyó sobremanera papá, quien me hizo una carta tan apasionada con las cosas buenas y malas de la medicina, que hasta el día de hoy la gente del sector se emociona el leerla.
   “Durante mi primer año de estudio aún no me sentía totalmente enamorado de la carrera, pero cuando me invitaron a visitar el hospital, empecé a sentirme atraído. Ocupaba entonces el tiempo libre para estudiar en visitas al Calixto García y al Piti Fajardo, y comprendí al doctor español Gregorio Marañón quien decía: La vocación no se tiene por inspiración, sino que se construye”.
   Desde su graduación en 1965, Alfredo Darío recorrió toda la provincia de Cienfuegos poniendo en práctica los conocimientos adquiridos en la capital. Intensa fue su etapa en el Escambray, de la cual aún conserva muy buenas amistades.
   Luego hizo la especialidad de Medicina Interna, en la cual se desempeñó por varios años. Sin embargo, ha sido la Geriatría la que más horas de sueño le ha quitado.
   “En los años 80 un amigo me invitó al grupo nacional de esa especialidad en La Habana. Hicimos algunas investigaciones dado al aumento progresivo de los adultos mayores en la población y logramos acreditar la Geriatría en Cienfuegos.
   Fuimos de los primeros en Cuba, y desde esa época hemos estado a la vanguardia en esa rama de la salud. Ahí lo combiné todo, dejé la terapia intensiva, aunque nunca me he separado de la Medicina Interna.
   “Nuestro principal concepto es la geriatrización de los servicios, término en el que pretendemos explicar las particularidades de la salud en los ancianos. Las enfermedades evolucionan y se presentan diferentes, tienen otras dosis de medicamentos y rasgos que no atañen solo a los geriatras, sino además al resto de los especialistas que atienden también a los más longevos.
   "Sin embargo, ahora los propios geriatras sobrepasan o se acercan a la tercera edad, y es imprescindible trasmitir los conocimientos a las nuevas generaciones. Este es un momento crucial para los jóvenes a quienes debemos pasar todo el arsenal de experiencias acumulado en años, y educarlos para ser virtuosos, como quiso Martí.
   “Soy tremendamente martiano, y por eso creo que los tiempos actuales y las duras condiciones del país, ameritan de personas que amen y funden, y no de quienes odien y destruyan. Se deben mantener el conocimiento, la ética, el arte, la motivación y la pasión: esas son las claves para esta y cualquier profesión”.
   Incansable investigador, Espinosita es aficionado de la música y disfruta sobre todo la trova.
   “En mi casa siempre había ambiente musical. Mi padre tenía muchos amigos artistas que nos visitaban, y mis tíos y mi madre tocaban guitarra. Así comencé a 'machacar' ese instrumento y siempre que venía de La Habana me reunía con la familia a cantar.
   “Hubo también en ese tiempo el despertar de la trova en Cienfuegos, y acudía a las presentaciones de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Lázaro García o los hermanos Novo, a quienes vi crecer frente a la casa.
   “Así comenzó esta especie de triángulo amoroso que me acompaña en la vida: la medicina, la música y los deportes.  Sobre este último prefiero el béisbol, aunque en general los disfruto todos. A veces no sé cómo voy a sacar el tiempo para todo”.
   Reconocido en 2001 como Héroe del Trabajo de la República de Cuba, y al Mérito Científico del Ministerio de Salud Pública en 2011, Espinosita afirma que la utilidad de la virtud no es solo la clave de la vida, sino además, de la medicina. 

1 comentario:

  1. jose antonio suarez9 de febrero de 2013, 9:10

    Hola glenda esta muy bueno ese comentario de mi amigo y es una buena persona dentro de trabajo y fuera del mismo en la calle, un catolico de verdad, es bueno en el campo de la medicina, pero te voy e decir una verdad y que miguel no conoce el fue quien atendio a mi mama, es decir a la abuela de miguel en los año 1967 y 1968 cuando padecia de esa enfermedad la cual le provoco a su muerte a los 30 de vidad, entonce yo tenia 5 años y mi hermano 6 meses, es aquel momento en cuba no habia los avance de la medecina que hay ahora, yo tendria a mi mama con vida y huvieses difrutado mas de su cariño como madre.porque en esto momento en cuba esa enfermeda se resuelve con una simple operacion,y aquella epoca no se sabia como resolever esa enfermedad muchas garcia por hacer ese comentario de mi amigo Espinosita, se me salieron la lagrima haciendo este comentario sobre tu escrito sobre mi amigo y la vez recordando a mi mama porque siempre ella esta en mi mente y corazon y conosco y hable con sobre mi mama cuando trabaje en la escuela y muchas veces cunado fui su draver en cuba para la habana y otros lugares de cuba, tambien te dire que espinosita hiso todo lo posible por darle vida a mi mama,pero no pudo ser, gracia glenda, el se merece ese cometario y muchos, tambien mis respecto mas muchas garcia desde tx los ee,uu tu suegro tony e familia

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