Hace
exactamente hoy 15 años el Che volvió con nosotros,
los suyos. Y no es que asegure que los cubanos éramos sólo los suyos, cuando él
pertenecía a toda la América. Pero volvió del silencio de una fosa en la
tierra, después de 30 años de intensa búsqueda.
Aunque los
oficiales señalaban que El Guerrillero Heroico había sido
incinerado y sus cenizas lanzadas desde un avión sobre la selva,
nadie creyó que tuvieran el valor de convertir en polvo su cuerpo. (Aunque tal
vez al Che le hubiera gustado expandirse todo por la selva boliviana).