Desde hace casi una década, nosotros, que nos acostumbramos a ganar todos los torneos mundiales, juegos olímpicos o de la región, hace unos años atrás, ahora nos vamos siempre con el rabo
entre las piernas.
¿Y de quién es la culpa? ¿Acaso del cambia cambia de
manager, o de las figuras jóvenes, “incapaces de igualar a los otrora equipos
nacionales”, o de la dirección nacional de béisbol o de los periodistas, que lo
mismo te suben que te tiran contra el piso, o, incluso de los aficionados?
O caso será que el mundo avanza y nos hemos quedado
estancados viviendo de recuerdos, sin invertir en nuestro deporte, y sobre todo,
en nuestra serie nacional.
Y cómo jode que la culpa, la maldita culpa, no la
tiene nadie, como diría Buena Fe en uno de sus temas
nuevos.