Mi pobre madre yace moribunda en una cama. Aun así
debe ser de los pocos pacientes que esperan una ligera mejoría para recibir
quimioterapia. A ella cada sesión, cada ciclo de citostático, la hizo feliz: le
daba esperanza.Ahora ya su cuerpo no soporta esa fórmula química
hecha para matar células, buenas o malas sin discriminación. Ahora su cuerpo no
sostiene los vómitos, que vienen seguidos de cada comida —como mal augurio— que
traen restos de comida putrefacta; y gotas de sangre; y un líquido amarillo,
espeso, que nadie sabe explicarnos qué es, que tampoco nosotras queremos saber
“Borracha” del gravinol, mi madre se levanta varias
veces para ir al baño. Nunca pide ayuda. No quiere luces encendidas que
molesten el sueño de otros. Con los ojos casi cerrados por el dopaje
medicamentoso recorre el camino hasta la tasa. Nunca despierta a nadie. Ni
siquiera cuando debe agarrarse de las paredes para que el sueño y el limbo no
la venza.
Mi madre es una mujer que aun inconscientemente o
dormida, lucha por su vida. La piel flácida ya le cuelga de sus brazos, los
mismos que acurrucaron varios hermanos, tres hijas y un nieto. Jk dice que
necesita pegamento, para poner la piel caída en su lugar. Los mismos brazos
hasta ayer hacían la comida, lavaban la ropa a diario, sostenían las jabas
pesadas del mercado, hoy apenas pueden sostener un vaso con agua: tiemblan, son
torpes, pesan.
Los pies por el contrario, tienen más tamaño del
normal, están hinchados. El edema ahoga sus articulaciones y músculos y duelen,
incluso, cuando están reposo. Mamá los levanta, los mima, pero no tienen
remedios sus piernas.
Dicen que es más
consolador ver morir a alguien cuando el camino es lento, que uno puede hacer
nuevas cosas, abrazarlo más, tener la oportunidad de decir: te quiero, de que
muera feliz. La gente no sabe lo que dice. Una persona que va a morir como mi
madre, y que además lo siente cada día más cerca, no morirá de otra forma que
triste. Ella nunca quiso la muerte, mucho menos ahora. Y ahí está.
*Debía haber escrito en
pasado, porque mi madre ha muerto, pero no quise.
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