Sí, así lo aseguran en
la prensa y sin embargo, eso no dice el pueblo. Tampoco lo dicen todos los
periodistas, pero sí algunos a quienes el pueblo respeta por sus años narrando
juegos y como comentaristas deportivos en la radio y TV nacional.
“Decepcionante la
actuación de Villa
Clara”, “Debimos llevar al equipo grande”, son algunas de las exclamaciones
que escuché de mis colegas por estos días, y yo que como siempre digo, no sé
nada de béisbol, saco mis cuentas.
Es apabullante la
mentalidad ganadora y maquiavélica que a veces, tal vez, inconscientemente,
mostramos. ¡Hay que ganar por todos los medios, hay que recuperar el prestigio
nacional!, y comienzan las contradicciones.
Antes decíamos que era
necesario estimular a los equipos ganadores, ahora no están al nivel de estas
ligas, ¿cómo quedamos entonces?
Había que darle más
oportunidad a figuras jóvenes, ahora hay que apelar a la experiencia, ¿? No
entiendo nada, pero hablemos con fundamentos.
No creo que a todos los
torneos internacionales deba ir el equipo grande, lo demostró Ciego
de Ávila en Canadá, lo demostraron hace años los equipos
B que jugaban torneos menos importantes como el Harlem,
etc.
La dirección de Moré, tampoco es la culpable de la derrota |
Además aunque se empeñen
en justificar que otros equipos escogieron docenas de refuerzos, y Cuba a penas
llevó
6 (sin sumar los otros 5
que reforzaron a Villa Clara en la 52), a Isla Margarita fueron los
campeones de las ligas de Puerto Rico,
México, República Dominicana y Venezuela, no los equipos nacionales.
Total, sin ánimos de ser
escéptica, tal vez hubiera sido peor, porque a la larga vimos quienes lucieron
mejor a la ofensiva y encontramos a aquellos que con menos regularidad, o
nunca, o desde hace tiempo no lucen la camisa de cuatro letras: Dánel,
Flores,
Lunar.
Para colmo los del
grande, dígase Yulieski, José
Miguel Fernández, Despaigne, ¿cómo lo
hicieron?, bateaban de chiripazo y de los horrores, digo, errores, ni hablar.
Ah, del pitcheo, ni
hablar, ni los del grande, ni los del pequeño respondieron, solo Odelín.
Ciertamente habían
peloteros villaclareños que no tenían el nivel de la pelota, pero se habían
ganado estar allí, porque fueron campeones, o acaso nunca vamos a estimular a
aquellos que por estar en posiciones desventajosas con mejores hombres (dígase
el caso de J.C.
Pedroso con el ex “Pito Abreu”)
o por problemas con la dirección (dígase Yordanis
Samón) nunca van a hacer el equipo Cuba.
Entonces, sí que daremos
pie al éxodo de peloteros.
Un cambio urgente
necesita el país, porque esta realidad no es culpa de Villa Clara.
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