Mis amigos se están yendo

Otro de mis amigos se ha ido este fin de semana para España. Ya son varios los que han partido desde Cuba desde que terminé el preuniversitario. La mayoría, hacia España. El otro grupo, hacia. Estados Unidos. A esta altura, ya perdí la cuenta de cuántos son, pero por suerte son más los que aún viven aquí. A través de facebook muchas veces sé cómo les va a mis amigos, esos que decidieron dejar atrás esta isla maravillosa para vivir ¿mejor?

Siento sus nostalgias por esta tierra, pero casi nunca su arrepentimiento. 

 Es una dolorosa realidad la que vive Cuba desde hace algún tiempo: los jóvenes son un parte importante de quienes emigran, incluso jóvenes universitarios que hacen afuera cualquier cosa, y echan por la borda cinco años de estudios, las razones, muchísimas, como las formas en que se van.

 Mis amigos se están yendo, justo como la canción de Adrián Berazaín y Buena Fe. Los he visto casarse con mujeres mayores, hacerse ciudadanos españoles, salir a otros países por invitación y quedarse, y los más desesperados y desequilibrados irse en balsa.

 Otros solo se van los meses necesarios para no perder la residencia y ciudadanías cubanas. Este fenómeno migratorio no es un secreto para los cubanos, quienes ven marchar a sus hijos con dolor por la separación y la esperanza de un futuro mejor, a ninguno los juzgo, ni siquiera a esos que aún viven en la isla y guardan profundo entre sus pensamientos, el deseo también de emigrar.

 Y es que la emigración es un fenómeno totalmente natural, y mucho más en jóvenes educados como los cubanos, quienes anhelan conocer y convertirse en excelentes profesionales en el extranjero, sueño que desgraciadamente alcanzan solo unos pocos de los que se van. Además a quién no le gustaría viajar y conocer, pero.... partir para siempre?

 Sin embargo mis amigos no emigran por razones políticas como lo fue hace unas décadas atrás. Como gran parte de los seres humanos que dejan su país natal, mis amigos se van por cuestiones económicas, con el sueño de cumplir sus sueños, o de al menos tener un nivel de vida más alto, en un país con mayor desarrollo económico, justo como dice la canción Despedida de Buena Fe y Pablo Milanés. (escúchela al final)

 Y no es que Cuba sea un lugar malo para vivir, al contrario, esta isla maravillosa es siempre extrañada por los que se van, quienes aunque se estés yendo, seguirán siendo mis amigos.