Sus excelentes resultados en el béisbol no son solo causa de la pasión deportiva que heredó de su padre. Su reconocimiento a nivel mundial y el amor que le profesan varios millones de cubanos, no son el producto de una cara bonita o de un apellido de renombre. Su popularidad no está dada por la persecución de los medios. Simplemente Yulieski Gourriel Castillo, ha sabido ganarse a todo un pueblo por su desinterés, su cubanía y su entrega al deporte nacional, esa que le inculcaron desde pequeño en su natal Sancti Spíritus.
“Comencé a jugar pelota a los siete años en
la escuela Julio Antonio Mella, de mi provincia. A los nueve, entré en el área
deportiva con el entrenador Pablo Cepeda. Luego cursé la secundaria básica en la Escuela de
Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) e integré los equipos nacionales
escolares que se formaron hasta llegar a los juveniles.”
Lourdes (I), Yunieski, Yulieski y Yunito (D) |
Seguidor de los pasos
beisboleros de su padre Lourdes Gourriel Delgado (gloria de nuestro deporte
nacional, querido y conocido por sus oportunos batazos), “El Yuly”, como lo
conocen todos, marcó su debut en el año 2002, el la
XLI Serie Nacional como antesalista de los Gallos
espirituanos, donde además comparte nómina con su hermano mayor
Yuniesky, jardinero central. (Hoy en día también juega su hermano menor Lourdes Yunielky, a quien cariñosamente dicen Yunito):
“Compartir equipo con
mi hermano me da mucha confianza. Nos apoyamos mucho en todo y siempre estamos
aconsejándonos en los juegos y aunque mi papá nos presiona un poco, ha sido
desde pequeño mi entrenador y guía y tengo que agradecerle todo lo que sé. De
alguna forma, creo que esa presión hace que la relación entre los tres sea
bastante buena y que los resultados sean más satisfactorios. Además compartimos
muchas cosas y eso hace que nos compenetremos mucho más y que la relación de
padre a hijo y de pelotero a entrenador se consolide”
Integrante del equipo
Cuba en diversas ocasiones, ha participado en importantes citas deportivas como
los Juegos Olímpicos
Atenas 2004, Panamericanos
Santo Domingo 2003 y Centroamericanos
Cartagena de Indias, Colombia 2006, así
como también el Preolímpico
de Las Américas Cuba 2006. Aunque, su más importante evento había
sido el Primer
Clásico Mundial de Béisbol celebrado en
Puerto Rico y Estados Unidos en
marzo de 2006.
“Los jugadores eran
muy famosos, profesionales y de muy buena calidad. Era la primera vez que el
equipo Cuba se enfrentaba a peloteros de ese nivel. Jugar con estrellas de Las Grandes Ligas
fue una experiencia única. No voy a olvidar nunca una conversación que sostuve
con Albert
Pujols (primera base del equipo de Dominicana) donde conversamos
mucho y hasta me contó algunos de sus secretos. Creo que participar en Clásico ha sido lo mejor que me
ha ocurrido en mi carrera”
Como muestra de su calidad defensiva fue
elegido como el camarero del Todos
Estrellas superando a figuras del béisbol profesional como Alex Cora.
“Confieso que me
sentí bien en segunda, aunque estaba un poco preocupado porque regularmente
juego más en tercera y es en esa base donde me siento más cómodo. Ese premio me
llena de orgullo porque allí habían muy buenos jugadores en esa posición”
Los Gourriel con su padre de pie, aconsejándolos |
“Me gusta ser un
jugador versátil, que pueda jonronear y robar bases, y creo que de alguna forma
eso me lo ha inspirado mi padre pues me inculcó el ejercicio físico desde
chiquito.”
Su jugador favorito y
héroe personal es su papá, pero Yuly no
puede evitar, por su rendimiento deportivo, el ser a menudo comparado su
progenitor y otros grandes del béisbol cubano.
“No me gusta que me
comparen con ningún pelotero, aunque, eso constituye un reto para mí: me
inspira y me da muchas fuerzas para esforzarme más, pero creo que aún me falta
mucho para llegar a ser como mi padre, Linares y otros.
A veces la gente me pide mucho y eso me crea un poco de presión. A penas llevo
pocos años en el béisbol y no pienso conformarme con nada. Siempre trataré de
alcanzar todo lo que pueda sin rendirme para dar lo mejor de mí a la afición y
quedar bien conmigo mismo”
Pero Yuliesky, además
de excelente deportista, es también un joven que disfruta de sus ratos libres,
los que combina para hacer las cosas que le gustan y para resistir el “asedio”
del público y la prensa.
“Aunque el béisbol me
gusta muchísimo, también disfruto practicar otros deportes, escuchar música,
(especialmente reguetón), ir a las fiestas, divertirme, estar con mis amigos
etc. Pero te confieso que prefiero
compartir con mi familia, y celebrar con ellos los triunfos. Mi casa es el
lugar donde logro descansar, aunque también tengo que atender a los periodistas
y al pueblo que me busca para tirarse fotos o firmar autógrafos. Tengo muchas
cartas que me han escrito y siempre trato de leerlas todas. Es bueno saber que
la gente te quiere y eso me enorgullece mucho.”
Este espirituano de
26 años, que a pesar de su juventud ha
sabido consagrarse con el béisbol cubano y convertirse en un jugador de tacto,
fuerza y velocidad muestra a cada instante su orgullo de ser cubano
‘La combatividad es
lo que nos caracteriza a nosotros. Creo que con esa agresividad del equipo Cuba
en eventos internacionales para poner bien alto las cuatro letras de nuestro
uniforme podremos continuar cosechando triunfos y dar el espectáculo que se
merece el aficionado cubano”.
Yulieski Gourriel
Castillo, “El Yuly” para el mundo, es un jugador de las grandes ligas cubanas
como el mismo se auto tituló. El amor
que le profesa a su tierra querida lo
hace dar lo mejor en el terreno, y aunque han sido muchas las propuestas que ha
recibido para abandonar su país, comparte las palabras de su compañero de
equipo y amigo personal Frederich Cepeda:”El béisbol es un deporte no una
mercancía (…) y no se juzga por el precio de los atletas y sí por el corazón de
las personas.
“Tengo una familia a
la que adoro, un Comandante y un pueblo que me quieren. Eso lo desea todo el
mundo, pero, simplemente, no tiene precio”
Vea las estadísticas de Yulieki aquí.
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