El Chelsea tiene un seguidor en Cuba

Cursaba yo el 12 grado cuando por pura casualidad, o por cosas del destino, llegó a mí una revista en la que me llamó la atención un artículo de fútbol, deporte que desde pequeño me gustaba, pero no seguía.

El artículo contaba la historia del Chelsea FC, un club inglés que años antes había sido comprado por un millonario ruso y que, a golpe de grandes fichajes, y de la mano del entrenador José Mourinho, ya empezaba a lograr resultados.

No sé si fueron sus iniciales: “CHE”, o lo interesante que me resultó la historia, pero el caso es que desde ese momento el Chelsea pasó a ser, mi equipo de fútbol.

En aquellos tiempos en la televisión cubana solo existía el programa GOL dedicado al fútbol, el cual salía al aire los domingos. Pueden imaginar entonces, lo difícil que era estar actualizado sobre lo que sucedía en el más universal.

Al terminar el bachiller, ingresé en la universidad, y a través de esta puede acceder a la información que brinda Internet.

Empecé visitando blogs que seguían la actuación de “los blues”, conocí luego páginas especializadas en deportes, hasta llegar al sitio oficial del club inglés.

En los dos primeros años seguí los resultados de la liga, copa, etc.,  a través de esos sitios, mas no podía ver ningún partido oficial, tenía que conformarme con lo que ponían en la TV que como dije antes, era muy poco.  

Fue en tercer año, y gracias a la invitación de un amigo seguidor del Real Madrid, que pude ver mi primer partido de fútbol en vivo, fue algo especial, sentí como si estuviese en el propio Stamford Bridge.

Mi amigo y yo, fuimos hasta Puerto Príncipe, un hotel donde para ver el partido teníamos que pasar al bar y consumir. Era un partido de octavos de la Champions.

A partir de ese día cada vez que tenía dinero me iba para diferentes hoteles a ver los partidos en vivo.

Recuerdo que en esa temporada, en semifinales de la Champions, nos enfrentamos al Barcelona. Si pasábamos, sería la primera vez que dos equipos ingleses se enfrentaban de forma consecutiva en una final.

Aquel partido fue agónico, no quiero ni acordarme. Sin que se pongan bravos los barcelonistas: el pase a esa final se la regaló el árbitro.  Un gol de Iniesta y una mano no pitada a G. Pique, nos impidió discutir otra vez la final.

En cuarto año, mi suerte cambió. Otro amigo, esta vez seguidor del Barza, me invitó a ver los partidos gratis y en vivo. Cambiamos de hotel y de ambiente, pero ahora no solo podía ver los juegos del Chelsea, sino también de cualquier otro equipo que me interesara, y lo mejor, no me arruinaba el bolsillo.

Esa temporada fue la del Inter de Mourinho. Ahora nos íbamos en cuartos y precisamente, perdíamos ante un entrenador que años antes nos había dado tanta gloria.

Cuando comencé mi último año en la universidad seguí viendo los partidos junto a mi amigo barcelonista. Por suerte siguió siendo gratis y también se pudieron sumar otras amistades, ninguno de ellos seguidor de los “azules”.

Ese año tuve la “suerte” de que mi tutor para el trabajo de diploma (tesis), fuera un gran fanático del Barza, de esos a los que no les gusta perder. Podrán imaginar entonces las constantes discusiones. A esta altura aún no sé como pudimos ponernos de acuerdo, sobre todo porque el Chelsea perdió ante el Manchester United, que a la postre no pudo con el Barza.

Ahora trabajo y vivo en otra ciudad. Otra vez vuelvo a los viejos tiempos: pocos partidos en vivo y poca Internet. Solo de vez en cuando puedo seguir algún partido importante. Sin embargo, puedo mantenerme actualizado de lo que pasa alrededor del Chelsea, manteniendo mi fe en ese equipo que aún con malas rachas, ha demostrado ser uno de los grandes, de esos que algún día harán historia.  

En Cienfuegos, Cuba, el Chelsea Fc tiene un seguidor.