Dicen que en el
Oriente de Cuba, la gente es más creyente. Tal vez por eso mi nombre es Glenda
de la Caridad. Mi
mamá me parió cinco días antes de cumplir 39 y ante el riesgo que esa edad
significaba para su embarazo y la criatura (en este caso yo), apeló a la Virgencita del Cobre
para que me diera salud.
Y honestamente la
virgen cumplió, aquí estoy, aunque algunos pensaron que mi excesiva
tranquilidad en el círculo infantil era señal de “retraso mental”. –Por suerte
la tranquilidad desapareció.