Páginas

martes, 29 de abril de 2014

¿Una imagen vale más que la espera de las personas?



 Ofertas como la activación del correo nauta en el teléfono celular han sido de gran demanda por la población cubana, sin embargo, no existen en ETECSA los recursos humanos para cubrir la cantidad de clientes que asisten cada día a estas oficinas.
 Personas que “madrugan” para realizar estos trámites, o se ausentan del trabajo, pueden estar innumerables horas esperando a que los atiendan. Y entonces aparecen esos cartelitos capaces de frustrar las almas. Este es solo un ejemplo, y ¡gracias que no cerraron por inventario!

miércoles, 23 de abril de 2014

Desde mi librero La pasión que me llevó al Moncada


La pasión queme llevó al Moncada, Yolanda Portuondo López,  Casa Editorial Verde Olivo, 2004. (segunda edición corregida 2013)
Puede no tener la carátula más sugerente aunque la mirada de Haydée Santamaría en la portada recoja cada una de las emociones contadas en el libro.
Yeyé es la protagonista de esta historia contada mediante testimonios, cuyos detalles, desconocidos para muchos, pueden convertirse perfectamente en el guión de una novela.
Solo en estas páginas puede entenderse a la heroína y saber de su miedo a las ranas, su actitud “de marimacho” cuando niña, su devoción a la Patria y a su hermano Abel, su amor desmedido por Boris Luis Santa Coloma y el dolor infinitito de perderlos aquel 26 de julio de 1953.
En la voz de Fidel, Melba, compañeros de lucha, la familia Santamaría,  y Haydée misma, es posible comprender en el libro por qué Boris le mintió a su madre antes de partir hacia Santiagode Cuba; o qué hacía Abel en la playa horas previas al ataque; porqué la angustia por el futuro de su niña ahogaba el pecho de José Luis Tassende.

Desde mi librero

No voy a negarlo, no soy una lectora empedernida. De esos seres mágicos que necesitan tener siempre un libro a la mano que leer. No me enorgullezco de ese defecto. Cuánto me gustaría poder contar en mi memoria con tantos libros que otros amigos y colegas adoran. Ni siquiera me gustó El principito la primera vez que lo tuve en mis manos. Luego lo compré para regalar y ya no pude entregarlo. Pero acumulo en mi librero textos que me han definido. La mayoría para sorpresa de todos, son de historia de Cuba. Me apasionan esos textos, sobre todos aquellos sobre La Generación del Centenario y en especial, de los Santamaría. A su par están los textos del Gabo, como una relación casi mágica como la que tuvieron él y Haydée. Por eso, y tal vez porque ahora los dos están juntos en la constelación de los iluminados, decido comenzar esta sección, para que leamos todos juntos desde mi librero.

viernes, 18 de abril de 2014

El Gabo, cómplice de mi amor

El primer intento de Migue de ser romántico conmigo fueron unas frases supuestamente de García Márquez. Durante aquellos días de 2007 no me imaginaba que no eran realmente del Gabo y mucho menos que el supuesto autor, y aquel muchacho atrevido y desconocido que me las enviaba por correo, serían parte de mi vida. Ese falso vínculo, cuando apenas comenzaba la universidad fue mi primer acercamiento al Premio Nobel de Literatura 1982.
Por eso he vuelto sobre aquel power point que llegó justo en un momento en que mi corazón estaba hecho pedazos, por esa “manía” de Migue de decirme las palabras correctas en el momento oportuno.
Aquí les dejo entonces el power point que me salvó la vida, o al menos me dejó saber que sería su remitente parte imprescindible de estos años. Si son o no del Gabo, no lo sé, algunas está claro que no son su estilo, pero recogen igualmente una filosofía capaz de entender solo por quienes saben y pueden amar con la intensidad de Florentino Ariza y Fermina Daza.
Gracias entonces Gabo, donde quiera que estés, por aquellas frases que no se sin son tuyas, pero con tu firma llegaron…. Y me salvaron.

lunes, 14 de abril de 2014

¿Quién tiró la tiza?


En coautoría con Roberto Alfonso Lara
 ¿Es posible ser blanco y tener ADN negro, o viceversa? Sí. Investigaciones realizadas en varias provincias demostraron que sin importar el color de la piel, todos los cubanos llevamos en la sangre un porcentaje de ancestrales genes europeos y africanos. Incluso, en algunas personas blancas más de la mitad de la composición genética proviene del llamado continente negro.
 El análisis estadístico permitió conocer que el proceso que da origen a este mestizaje ha tenido lugar durante siete generaciones, lo que equivale aproximadamente a 200 años.
 Según datos arrojados por el censo de 2012, aunque aún predominan las personas blancas (64,1 por ciento) sobre los «no blancos», la composición de nuestra población tiende a la mescolanza. Queda claro que en cada región los indicadores no se comportan de la misma forma, una consecuencia del devenir histórico, económico y sociocultural de cada territorio.
 En Cienfuegos existen poco más de 404 mil habitantes y casi el 76 por ciento corresponde a los de piel clara. Sin embargo, aquí, como en otras partes de la Isla, quien no tiene de congo, tiene de carabalí.

viernes, 11 de abril de 2014

Cuando los astros se apagan

Si el otrora ASTRO, hoy Empresa de Ómnibus Nacionales (EON) tuviera, con las nuevas formas de gestión no estatal, una competencia, seguramente quebraría.
  No basta con que a veces esos vehículos no se ajusten a su horario, también hay que sufrir varias horas detenidos por roturas, aires acondicionados con mal funcionamiento, asientos que ya no se reclinan, maltrato de los trabajadores, pasajes a sobreprecio y por supuesto, paradas intermedias para que los choferes puedan “resolver”, mientras queda gente esperando en una lista, en la terminal.

viernes, 4 de abril de 2014

El futuro va anudado con pañoleta


 El primer día que anudé mi pañoleta fui feliz. Aunque no se pareciera en nada a aquella bicolor que décadas atrás usó mi madre o bastaran unos segundos después de lucirla para que el calor de octubre me provocara ganas de quitármela; ese fue, con apenas seis años, uno de los mejores momentos de mi vida.
No importa tampoco que yo no supiera hacer el nudo que llevaba o que en algún momento la dejara perdida, ni que con el paso de los años se desgastara. Aquel atributo, primero azul como el cielo y roja como la sangre después —como quizá rezaba alguna composición de la primaria—, me identificó como pionera.