Nuevos cambios en el gobierno de Cuba, ¿para bien o para mal?

Cualquiera puede pensar que Cuba vive sus peores momentos: el “aparente” descontento de la población; el aumento de la emigración temporal o definitiva a otros países; el aumento de las personas disponibles a partir de  a partir de la reducción de plantillas.

 Sin embargo, tras esa “imagen” que los que nos odian se empeñan en llamar apatía y hasta contrarrevolución, se muestra un período que perfila nuevos y exitosos bríos.

Desde que se consultaron primero con el pueblo y se aprobaron luego en el VICongreso del Partido Comunista de Cuba, los Lineamientos de laPolítica Económica y Social,  ---que rigen la vida del país-, un conjunto de cambios asoma a nuestras puertas, inquietantes para quienes los analizan a corto plazo (aquellos que del solsólo ven las manchas) y felices para los que tienen la capacidad de ver más allá. 

Con la juventud se cuenta

A pesar del medio choque creado en la población (actitud natural de resistencia al cambio), las nuevas estrategias son el ejemplo fiel de que el socialismo es moldeable y capaz de adecuarse a las condiciones y características de cada país.

Cambios en la políticamigratoria, apertura al trabajopor cuenta propia, lanueva Ley del Sistema Tributario, mejoras en las gestiones devivienda y hasta las nuevasinversiones con empresas extranjeras, sugieren un país que aunque aún adolece de la burocracia, maltratos a los clientes y directivos que no representan a sus subordinados ni los preceptos revolucionarios, se proyecta beneficioso.

Este 24 de febrero los nuevoscambios en el Parlamentocubano y la reelección de Raúl Castro y su información sobre las próximas estrategias de gobierno, han reforzado lo que desde hace tiempo se habla: Cuba se proyecta hacia un futuro mejor.

 Nuevamente a los jóvenes nos toca asumir una actitud responsable y comprometida con la patria y el futuro de la nación.

Aunque la eminente desaparición física, no espiritual, de la generación gloriosa que hizo de este país un ejemplo ante el mundo, supone una visión ciertamente inquietante, no quedan dudas de que esta Isla del caribe seguirá construyendo su futuro bajo los presupuestos de Martí, Fidel, el Che.

La noticia del último mandato de Raúl aún me para los pelos de punta, pero no hay miedos.  

 Si en algo han sido buenos los educadores y padres de nuestro país, ha sido en trasmitirles a sus hijos, nosotros, ese sentimiento de cubanía, patriotismo y orgullo, lo suficientemente fuerte como para mantener lo logrado en este más de medio siglo. No lo dude entonces nadie, los cambios en Cuba, apuestan por un futuro mejor, sí señor.