El sabor del segundo lugar es agridulce. Agridulces son los sueños que casi se tocan. Ese de ser campeones nacionales y llegar a la cima, tras una carrera desbocada, por primera vez.
Los Leñadores de Las Tunas fueron segundos y lo fuimos nosotros que los seguimos. Durante la final Granma jugó mejor, no hay dudas, por eso ganaron. La vida, pocas veces como esta, es justa.