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domingo, 28 de julio de 2013

Una bala no puede terminar el infinito II (+ Video)


 Yo no sé a qué hora Haydée Santamaría se quitó la vida. Honestamente, no me importa. No creo que esos detalles morbosos que a muchos llamarían la atención, deban opacar su grandeza. Aunque, ciertamente, su suicidio, la apartó durante un tiempo de las grandes mujeres de esta patria, como si quitarse la vida no fuera de revolucionarios.
Y no quiero decir que se le haya olvidado. Pero las circunstancia de su muerte, hicieron que algunos, incluso la llamaran “loca”, y que su nombre y su ejemplo fueran mencionados y seguidos, menos de lo que merecía.
Pero Yeyé fue tal vez la más cuerda de su familia, aunque le gustara irse de parranda a otros pueblos cercanos a Encrucijada, y fuera una fiel fanática de un equipo de pelota, o repitiera varias veces el sexto grado para no dejar de estudiar.
Haydée fue la más cuerda. Tanto así que trasladó sola el armamento para el “asalto redentor” durante un largo viaje en tren desde La Habana a Santiago de Cuba; tanto así que aguantó el dolor de perder sus seres más queridos sin delatar a los revolucionarios; tanto así que cargó por mucho tiempo con un pesar profundo y fue capaz de creer en los jóvenes trovadores, cuando eran apartados.
Haydée, que un 28 de julio de 1980 decidió por primera vez apretar el gatillo y descansar, no descansa. Cual fantasma bendito que no se desprende de los suyos, Haydée no ha muerto, no puede hacerlo, ya lo dijo ella misma una vez: Una bala no puede terminar el infinito.



lunes, 22 de julio de 2013

Lo más importante en la vida: la familia


Lo más importante en mi vida, es mi familia. Ocupan ellos el primer lugar en la escalera jerárquica de mis prioridades. Nada más los supera. Ni el trabajo, ni el amor, ni siquiera mi salud.
Por suerte mi familia, dígase mis padres, mis hermanas y mi sobrino, que cumple un año próximamente, tampoco que me ha puesto nunca condiciones para escoger entre ellos, el trabajo, el amor o mi salud, (claro, esto último es bastante obvio).
Mi familia, que como tantas sufre de distancias, incomprensiones temporales que pueden durar años, carencias económicas, discusiones, y tantas cosas inexplicables, mi familia, esos cinco seres especiales, me han hecho lo que soy.
Por eso estos días de finales de julio me voy con ellos. Basta de separaciones prolongadas por trabajo, problemas de transporte o hijeputadas[i] de la gente.
Pero tranquilos, aquí tendrán cada semana los post que he preparado para que mientras estoy en mi Las Tunas querida, tengan un pedacito de Cienfuegos.
 Nos vemos en agosto.




Dígase de la gente que jode a otra casual, natural o intencionalmente

sábado, 20 de julio de 2013

A Yeyé, porque una bala no puede terminar el infinito I ( +Audio)


Hace 33 años Haydée Santamaría decidió desaparecer, tal vez por la memoria triste del Moncada. Los ojos de su hermano Abel sumergidos en una palangana y los testículos de tu novio Boris fueron recuerdos desgarradores.
Cuentan los que la conocieron bien, que asistía callada a los actos por el 26 de julio en Santiago de Cuba y se encerraba hasta el otro día en su cuarto.
La huella del Moncada y de sus 61 compañeros caídos o torturados hasta la muerte luego, era un peso muy duro de llevar.
Algunos dicen que nunca pudo superarlo. Su hija Celia María[i] aseguraba todo lo contrario, decía que de aquel dolor, más que tristezas, sacó fuerzas para hacer la Revolución que soñó junto a su hermano en aquel apartamento del Vedado habanero.

viernes, 12 de julio de 2013

Carmina, una fotógrafa para la eternidad (+ Audio y Galería)

" Para Bob, por la oportunidad, por la fotografía"
 Puede no estar lúcida para muchas cosas, pero para la fotografía aún guarda Carmina Máxima Delgado Rodríguez los mejores espacios de su memoria.

 A sus 92 años esa mujer, que conoce de lentes y cámaras desde muy pequeña, es la autora de casi todas las fotos que entre la década del 40 y el 90 del siglo pasado, se hicieron las familias del municipio de Cruces en Cienfuegos.
  Aunque no sabe de su importancia, Carmina fue una de las féminas que trascendieron en su tiempo por atreverse a realizar un oficio vinculado tradicionalmente, en aquella época, a los hombres.
 Cuando aún posaba para las imágenes que tomaba su padre Alberto Delgado y de la Rosa, no imaginó que sería ella la que continuaría con el negocio familiar.

lunes, 8 de julio de 2013

Una entrada para el Viejo que no muere


Alejandro me decía siempre “la reportera del crimen” por aquella frase de la serie Jessica Fletcher que de seguro le gustaba cantidad y que en Cuba pusieron todas sus partes. Hoy es un día triste porque Alejandro murió de un infarto al corazón. Era un buen amigo de la familia, esos que no toman partido por mamá o papá a pesar del divorcio; de esos con los que a veces no quieres hablar por estar apurado, pero que siempre están dispuestos a escucharte. No sé qué edad tenía Alejandro. “El viejo”, le decían todos, pero seguramente no pasaba los 70.

miércoles, 3 de julio de 2013

Chalet de Valle, genuino caos de estilos arquitectónicos (+ Galería)


Ubicado en la zona de Punta Gorda, justo en los límites del prado más largo de Cuba, el Palacio de Valle constituye la expresión más heterogénea del eclecticismo en la provincia de Cienfuegos, ubicada a 250 kilómetros al este de La Habana.
Construido entre 1913 y 1917, este símbolo de la Perla del Sur constituye una de las pocas edificaciones en Cuba que tienen influencia arquitectónica de varios estilos: hispano morisco, gótico, veneciano, mudéjar y barroco.
Conocido también como el Chalet de Valle, en su historia sobresalen desde mitos locales hasta las figuras más adineradas del siglo XX.