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lunes, 13 de agosto de 2012

86 y Pa´lante, Felicidades FIDEL!!!

Fidel  es un hombre grande, no porque lo digamos los cubanos, no por su estatura de casi dos metros. Pero Fidel es un hombre grande, el mundo entero lo ha reconocido, hasta sus más acérrimos archi enemigos. Ha burlado 638 atentados contra su vida, y a sus 86 años se mantiene al tanto de su pueblo cubano, y también de sus hermanos del mundo. Como todos los seres humanos ha cometido errores, supongo, porque saber saber, no le sé ninguno, pero sus grandezas han hecho del hombre, también el amigo, el camarada, el líder.

Los que nacimos en mi generación (década del 80), lo hemos más visto como un abuelo por los años que nos separan, y nos ha guiado siempre la luz de su ejemplo.
 En particular, fue algo así como el abuelo que nunca tuve (los míos murieron, el materno cuando no había nacido y el paterno cuando tenía tres años).
Muestras de cariño del pueblo
Siempre quise conocerlo y mil veces morí de envidia cuando los niños los abrazaban en algún recorrido o congreso pioneril. Pero nunca tuve el privilegio de estar a menos de 100 metros  de él, de hecho nunca estuve en ningún lugar donde estuviera presente.
Pero no ha importado. Fidel es un hombre grande, y como grande al fin, ha logrado llegar hasta todos los cubanos, incluso los más recónditos, él es un hombre omnipresente.
Por eso en este día de su cumpleaños, prefiero homenajearlo como siempre lo hice en actos políticos en la escuela, a través de un poema que me enseñó mi hermana Kenia Loo Ibarra, quien sigue siendo la persona que mejor lo recita.
Ahí va.
Fidel es un hombre grande, como su corazón
VOTO DE CONFIANZA DEL PUEBLO A FIDEL
Jesús Orta Ruíz,
Mi comandante en Jefe,/Yo confío en lo que digas tú./Soy tu soldado.

Tú indicarás el cauce/ y yo confiado/ por ese cauce lanzaré mi río.

Eres el capitán de este navío,/ no porque capitán te has proclamado,

sino porque cien veces has triunfado /sobre la tempestad en mar bravío./
Cómo he visto a la luz de tus empeños/volverse realidades tantos sueños,/hasta en tus sueños creo, hermano puro./
Por eso el pueblo, que en tus manos tiene /las llaves luminosas del futuro,/te dice: Comandante en Jefe, ordene.
Te seguiré en la calma y la tormenta/ vistiendo el verdeolivo de tu traje/ porque tú eres mi fuerza, mi lenguaje,/ mi propio corazón que se calienta
Y no es lisonja,/ no la que pedía el cortesano de rodillas al soberano/
Te reclamo por las cosas que te pido/ la prebenda de un sitio en la trinchera/y el privilegio de poder morir contigo.

Por último les dejo una canción deCarlos Puebla: Y en eso llegó Fidel.

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