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miércoles, 14 de marzo de 2012

El periodismo NO es un oficio fácil

Hace apenas siete meses me gradué de Periodismo. Honestamente creí que la profesión sería un vacilón: horario abierto, escribir como quisiera, cuándo quisiera y cuánto quisiera. Pero qué lejos estaba de la realidad.
El periodismo en Cuba es duro. No sólo por las carencias sino también por los modos de llegar al pueblo.
Cómo se le explica que se cumplió el plan de papas, cuando no hay de esas viandas en la placita, (ese es un ejemplo, porque ahora mismo las placitas están llenas de papa), o que se cosecha café en todas las provincias y aún lo recibimos en la bodega con sucedáneos (dígase de la sustancia que reemplaza a otra por tener propiedades similares, sí, el chícharo).
Yo decía: no me voy a llevar el trabajo a casa, pero eso es imposible. Te pasas la vida pensando cómo vas a abordar tal o más cual tema, para que la gente comprenda y entienda lo que tratas de comunicarle, aunque sean las justas razones de porqué no va a mejorar el café.
Es por eso que entonces la labor del periodista se convierte en una dura faena. Y sin contar que el horario es abierto sí, porque lo mismo se trabaja de día, de noche o de madrugá, como dice la canción. Hay que estar en el lugar indicado para que los cubanos sepan de primera mano, sin los detalles sencionalistas, sino con las intenciones más humanas y educativas, los sucesos de cada hecho. Para que comprendan que el país vive momentos duros, dados por la cada vez más encarecida economía mundial.
Allí, cuando todo el mundo cree que se acabó la actividad, empieza la otra parte del periodista, que a esa hora tiene que escribir y buscar las palabras adecuadas, elegir las imágenes o los fragmentos de la entrevista que más le puedan interesar al pueblo, y eso no es tarea de unos minutos, lleva horas hacerlo aunque no se ponga mucho esfuerzo.
Pero, quién quiere mal explicarle o mal informarle algo a la gente, cuando formamos parte de ese mismo pueblo al que no le alcanza el salario, o hace colas en el agro, o se transporta en guaguas.
Un profesor de la universidad nos decía, el médico entierra sus errores, el abogado los encierra, el periodista los publica.
Por eso hacer periodismo es hacer arte pensado, al menos en Cuba, para educar al pueblo y explicarle que aunque no sea suficiente todavía para cubrir la demanda, sí se cumplió el plan de papa, que cuando decimos que avanzamos, no mentimos, porque se avanza aunque sea a pasos lentos, que en Cuba además son como el elefante. (Lento, pero aplastante).

Nota: Perdonen que coja el ejemplo de la papa, pero ese el que la gente siempre pone cuando con fuerza, nos juzga. Pero es precisamente la gente, los cubanos, la razón de ser de los periodistas de este “chispazo de tierra en el mar”.

4 comentarios:

  1. Yo pensaba lo mismo cuando empecé hace también unos siete meses, y sumaría (si no te molesta) algunos otros aspectos que hacen difícil nuestra profesión: primero que hacer periodismo no es cosa de un rato y menos cuando es crítico porque entonces, al menos en los periódicos, se deben entrevistar muchas fuentes y ser casi un inspector, segundo porque se nos exige excelencia a la hora de escribir además de concisión, claridad e imaginación y tercero porque a veces lo que tenemos a nuestra alcance como "noticiable" no alcanza ni para una nota informativa de orden menor y en ese momento hasta magos debemos ser para hacer atractivo lo árido, pedestre y poco interesante.

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  2. Así es hay que ser mago y periodista y ya veo que eres recién graduado, pues compartimos entonces alegrías, miedos y desiluciones, gracias por llegarte hasta acá.

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    1. ah, Glenda, estaba revisando algunas cosas de Periodismo y encontré este blog, qué bueno, lo visitaré a cada rato. Yo soy graduada de hace casi dos años... el periodismo sigue enamorándome..

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  3. Leydi, ya a hurtadillas de vez en vez, leo los mensajes que lanzas al mar, de hecho te tengo entre mis blogs favoritos, incluso puedes ver tu enlace en mi blog, gracias a ti por las cosas tan simpáticas que escribes.

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