Verlos a todos juntos parece increíble todavía.
El coronel Osvaldo Cardoso Villavicencio, que se me personificó en las páginas de su Reto la soledad, aquel libro que hace mucho tiempo me regaló mi madre. Que aguantó durante casi 11 años en una prisión de Somalia.
Elián, que fue una lucha hasta de sus contemporáneos. Que fue de las primeras victorias que presencié, cuando ni siquiera cumplía 15. Que se ha vuelto un hombre, a quien estoy segura no presionará nunca la historia vivida.
René y Fernando, que no fueron libres sino hasta este 17 diciembre cuando volvieron Gerardo, Antonio y Ramón.
Para mí, este 21 de diciembre la era parió otro corazón.
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