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miércoles, 22 de enero de 2014

Niños con boinas en Cienfuegos (+ Video)




 Con apenas seis años a Estrella Victoria le llamaba la atención aquellos niños con boina. Varias veces se cruzó con ellos en actos, desfiles o incluso en el barrio. A la altura de su poca edad no podía entender por qué se diferenciaban del resto de los alumnos de primaria, pero reconocía su parentesco con el Che, y ella también quería parecerse al Guerrillero Heroico.
  Cuando un año más tarde, un proyecto cultural le abrió las puertas al Seminternado Guerrillero Heroico en Cienfuegos,  descubrió entonces que las boinas también tenían estrellas, y ella, además de su nombre, quería otra.
  Una iniciativa que los hace únicos
  Con el propósito de hacer lo más real posible el lema de la Organización de Pioneros José Martí “Seremos como el Che”, los profesores de esta escuela primaria idearon una forma de acercar los niños a Ernesto Guevara.
  “Esa consigna se queda muchas veces en discurso y si realmente queremos que las nuevas generaciones se eduquen en su ejemplo, había que buscar la manera de estimularlos a actuar bajo los preceptos y valores del Comandante, explica Pablo Galván Vigo, director del centro.
  Seis fueron los primeros alumnos que usaron la boina y comenzaron a sentir que el Che iba junto a ellos. Eran los mejores de la escuela, y con su ejemplo motivarían al resto.
  “Esos estudiantes propusieron luego a otros compañeros que ellos consideraban tenían también condiciones para integrar el Club Patriótico Seguidores del Che. Luego en honor al nombre de la escuela, creímos que todos los que estudiaban aquí debían llevar una boina e identificarse con él”.
  “Por eso establecimos entonces categorías (identificadas por el color de las estrellas), para que los alumnos se trazaran compromisos y metas que los acercaran más al Che”.
  De una matrícula de mil 102 niños, 613 pertenecen al club, el cual se reúne una vez al mes y analiza los posibles ingresos y cambios de estrellas.
  “Hemos notado resultados significativos, no solo en esos, sino en todos los estudiantes. A pesar de la heterogeneidad de edades (niños desde los cinco hasta los 12 años), se nota un mayor respeto, disciplina y orden, incluso gestos de solidaridad y honradez, que por ser en niños, pudieran ser inimaginables”.
  “Durante el más reciente Congreso Pioneril, la delegada de la escuela llevó las boinas al Comandante en Jefe Fidel Castro y al General de Ejército Raúl Castro, resaltó Galván Vigo.
  Las estrellas blanca, azul y roja
  No basta con vestir la boina junto al uniforme. Aquellos que en el centro llevan una estrella, sobresalen entre los mejores de la escuela. Blanca, azul y roja, son los colores, en dependencia del nivel de compromiso, comportamiento y resultados de los infantes.
  Inicialmente se ingresaba al movimiento pioneril desde tercer grado, pero la presión de los padres hizo que el límite mínimo de edad comenzara en segundo.
  “En su reunión mensual, los propios miembros del club proponen a los nuevos ingresos, cuya imposición de las estrellas la realizan los padres del alumno, en el matutino del día siguiente”, explica Yaser Tejera Ciriano, guía base del centro.
  “El color blanco representa la primera categoría y se otorga al pionero al entrar al club. El azul identifica a quienes mejoran en su forma de actuar, participan activamente en todas las actividades, tienen buenos resultados académicos y sobresalientes hábitos y normas de cortesía y educación formal”.
  “Por último está la estrella roja, que actualmente solo ostentan 45 niños, y se concede a aquellos que son voluntariosos, combaten los mal hecho y se mantienen actualizados del acontecer nacional e internacional. Se impone a partir del cuarto grado”.
  Niños con estrella
  Con apenas ocho años Yamil Pozo González, sabe que para alcanzar la estrella azul que lleva su hermano no basta con hacer las tareas.
  “Ya tengo la estrella blanca, pero debo llegar más temprano a veces y mejorar mis explicaciones en clase”, reconoce. ¡Sí, creo que pueda mejorar y voy a estar muy contento cuando mis padres me pongan la azul!”
  También en tercer grado, María Carla Cardoso Méndez tiene la estrella color cielo. Los principales inspiradores a alcanzar la estrella roja que le falta, son sus padres.
  “El día que me pusieron la blanca, me dijeron: Ahora queremos la azul, y así sucedió cuando alcancé esta. Mi sueño es cumplir su anhelo y obtener la roja. Sé que para eso debo esforzarme más y ser mejor. Estoy satisfecha y orgullosa de saber que pude lograrlo. Ahora espero alcanzar la roja”.
  Más que el sueño de sus padres, Estrella Victoria Soto Carballea pudo cumplir su propio deseo. Feliz de alcanzar sus metas luce orgullosa la estrella roja en su boina negra.
  Sin embargo, cualquier niño, en cualquier escuela, con boina o sin ella, si se lo propone, también puede ser como el Che.


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