El mango la finca agroecológica de Jose (Entrevista + Audio)

 Jose no es un campesino común. Sus estudios en ingeniería agrónoma le han enseñado a respetar la tierra al máximo, y sobre todo ha descubierto que la propia naturaleza le agradece.

Sus resultados lo han convertido en un fiel defensor de la agroecología en Cuba y mucho más en Cienfuegos.

Centro de referencia nacional, su finca diversificada El Mango es un sitio ideal para defender y usar las bondades de la tierra en pos de aumentar rendimientos.

 ¿Cuándo comenzaste tus estudios

 "Me graduécomo ingeniero agrónomo, en 2007 y comencé a aplicar esos conocimientos luego de adquirir 13 hectáreas de tierra a través del antiguo Decreto Ley 259".

"Junto a mi madre, hijo y otros miembros de la familia, lograron la categoría de excelencia nacional que otorga el Movimiento de la Agricultura Urbana y Suburbana".

  Para Jose, como le conocen todos, los positivos rendimientos y logros están dados en gran medida, al aprovechamiento constante de las ventajas de la naturaleza, en pos de la producción de alimentos.
La agroecología se puede aplicar en varias aristas en el campo, ¿en cuáles la aplicas tú?

En el Mango, los alumnos aprenden

  “Nosotros aplicamos la agroecología en todos los aspectos que nos es posible.No puede concebirse hoy una finca que no aplique técnicas agroecológicas. En Cuba todos los campesinos de alguna u otra forma, las usan, pero hay que aprovechar al máximo las bondades que nos da la naturaleza”.

“Nosotros por ejemplo, aunque usamos la maquinaria, una tecnología que no se puede negar, aprovechamos en gran medida la tracción animal, la cual es menos dañina para los suelos y el medio ambiente en general”.
  En “el Mango” se prioriza el programa de frutales, cuyos árboles no ocupan espacio en los linderos pues sirven de barreras vivas.

 “Cultivamos 57 especies de frutas escasas o no tradicionales, entre ellas la Ciruela venezolana, las Acerolas, otras variedades de cereza, y hasta la Guayabita del Pinar, que trajimos desde Pinar del Río”.

   Igualmente siembran plantas en los linderos,  las cuales sirven para forraje, leña, alimento y sombra.

“Por cada poste muerto tenemos cuatro vivos con más de un 90 por ciento de supervivencia”.

Jose enseña la agroecología

“Estos árboles son corredores biológicos por los diversos beneficios que ofrecen en la alimentación animal, la polinización de las abejas, bancos de biomasa para períodos menos lluviosos y hasta en la reducción del estrés calórico”.

 “Trabajamos intensamente en la reforestación, pero evitamos el Piñón Mexicano o bravo, porque no aporta nitrógeno al suelo, no es forrajero ni melífero. Plantamos el Piñón florido o bien vestido, Almácigo, Ciruelo, Jobo y como repelente el Árbol del Nim y Zarzafrá”.

  Para el almacenaje de la lluvia cuentan con un colector de agua capaz de acumular tres mil 200 metros cúbicos de ese líquido, el cual les ayuda  a palear parte del periodo menos lluvioso”.

 “La tierra de la finca perteneció por más de cuatro décadas a una cooperativa cañera y está muy dañada por el uso excesivo de la maquinaria, la cual compactó el suelo y junto al uso de agroquímicos, perjudicó la microflora”.
 También en esta finca se empeñan en rescatar animales tradicionales como el pavo real y el criollo (mal conocido como guanajo), la codorniz en cautiverio, el guineo, y la gallina cubalaya, única raza autóctona de la Isla, la cual procede de las aves de Sumatra y la raza Malaya.

 Jose resalta las ventajas de la crianza del ganado caprino en tarima, donde están más controladas, se alimentan mejor, por consecuencia aumentan la producción de leche, y se aprovecha el estiércol, para ser utilizado como abono orgánico.

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 “Pretendemos desarrollar la lombricultura precisamente debajo de esos animales y de los conejos, para aprovechar esa técnica empleada en la trasformación de los residuales sólidos orgánicos, por medio de la lombriz de tierra, en la obtención de abono.

“Actualmente construimos una planta de biogás para utilizarla como medio eficaz de descontaminación y como una fuente alternativa de energía renovable”.

 “Hay que aprovechar las ventajas del acuartonamiento de los potreros, para que el sobrepastoreo no dañe el suelo, y el sistema rotacional y la excreta de los animales permita el crecimiento y fertilización de los pastos”.

  Jose  ha logrado un mejoramiento productivo a través del uso de recursos locales y la obtención de alimentos sanos mediante una dinámica más coherente con las necesidades del medio ambiente.

  Las alternativas ecológicas que emplea constantemente hacen de su finca diversificada El Mango, un lugar donde es posible aumentar los rendimientos sin abusar de la naturaleza. Por eso la tierra parece que le agradece.