jueves, 29 de diciembre de 2011

Revolución así, con mayúscula, porque es diferente.

Leydis escribió revolución con mayúscula en un trabajo de la universidad. Su compañero de equipo, Mario, estudiante de Colombia, le preguntó por qué lo hacía, y ella le respondió que “Revolución” es un nombre propio, porque se refiere a la Revolución Cubana.
Mario no entendió. Para él revolución significa cambio, transformación, inquietud o alboroto.


Revolución para los cubanos es un proceso que comenzó en 1868 con las luchas por la independencia, que se extendió por más de un siglo,  se concretó en enero de 1959 y aún sigue sucediendo.
En Cuba, Revolución es sinónimo de oportunidad: la oportunidad de ser profesionales, de vivir y actuar libremente, de ser mejores personas.
Significa solidaridad, compartir con el vecino, con el compañero del aula e incluso con el extraño que llega por primera vez a la ciudad.
Es internacionalismo, porque hay miles de cubanos en el mundo, aportando en la medicina, la educación el deporte y las ciencias.
Es sinónimo de respeto, hacia el criterio de los demás, hacia las decisiones de los otros.
Significa incluso tener dudas, buscar alternativas, cometer y reconocer los errores y tratar de repararlos.
Simboliza igualdad ante la ley y la sociedad: igualdad entre el negro y el blanco, entre el hombre y la mujer.

Revolución, para los cubanos, representa más de medio siglo de resistencia ante las agresiones de la potencia más grande del mundo.
Significa firmeza, sacrificio, pasión, esperanza, integración latinoamericana, tratar a los seres humanos como hermanos.
Representa medio siglo de desarrollo social, de altruismo, de perseverancia en el triunfo.
Entonces Mario afirmó: “Por eso en Cuba Revolución se escribe con mayúscula, porque es una revolución diferente”.

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